SE ME OXIDA EL ALMA

 

Se me oxidan las costuras.

El óxido corroe mis entrañas más profundas 

mientras mis articulaciones chirrían como frenos de tranvía.

Me muevo a espasmos rígidos y pastosos

y como si fueran serpientes de lata o de metacrilato.


Se me oxida el alma y los buenos pensamientos,

ahora soy más ruin que antes

y más estúpido

y más mala persona

y no me creo casi nada (descreído),

y por eso, desconfío hasta de mi propia sombra.

En realidad, 

tengo las alarmas puestas las 24 horas

y oigo un pequeño ruido en medio de la oscura noche

y pienso que la muerte

viene a buscarme.

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JULIO CORTÁZAR