NO TENGO GANAS DE TI




No tengo ganas de ti

pero tampoco tengo ganas de mi.

Me siento desinflado como un globo pinchado

o como una marioneta movida por invisibles hilos,

levanto un brazo porque algo tira de mi muñeca,

levanto las piernas porque alguien hace que se muevan mis pies.


Amorfo y anonadado,

apático y sin sangre,

desganado y sin futuro,

el futuro es para otros,

mi futuro, en cambio,

es seguir aquí

y sin decir nada a nadie.


Estoy deseando que pase el día.

La desgana es una enfermedad patológica

que además, no tiene lógica.

Tengo la esperanza

de que la escarcha de la mañana

 desincruste de mi piel toda la apatía 

y que al final

se haga de nuevo, la luz.

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JULIO CORTÁZAR