Quizá me debería asegurar
de solo decir cosas bonitas:
de contar historias con final feliz y más,
de poner siempre la sonrisa por delante,
de querer sin mirar a quién,
de ser amable porque sí,
de ser empático y solidario...
por supuesto,
con quién se lo merece.
Pero para poder ser todo esto
antes debo pasar por mi propia depuradora...
sacaré mierda y chatarra,
sacudiré las sábanas de mi cama,
abriré ventanas y puertas,
haré el pino y para que todo lo malo caiga al suelo...
Quizás antes que nada
me debería asegurar
de que lo que diga
sea verdadero o falso,
y de que lo que piense
no lleve bilis
ni ácidos corrosivos que se comerán los sentidos.
Quiero ser un pensamiento libre de impuestos
y libre de cadenas,
sin precio de salida,
sin honores militares,
sin firma de autor en la ferias de libro
en definitiva, quiero ser
¡un pensamiento libre como el viento!.

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