¡YA VEREMOS!


A veces me gusta intentar arreglar el mundo, el gran mundo, el pequeño y el ínfimo que gira a mi alrededor. Me gusta hacer algún pinito por ese terreno tan árido y tan falto de riego. Primero tengo que aclarar, que yo no tengo la solución definitiva de nada, ni lo pretendo y porque el que dice que la tiene nos estará mintiendo como un bellaco. Yo no creo en milagros ni en falsos elixires fantasmagóricos que lo curan todo. Odio los absolutismos que nos sentencian de por vida y que nos quieren hacer fieles corderitos obedientes que solo balan y que acuden a la voz de su amo y sin rechistar. Los fieles y los obedientes de fe, que se queden dentro de sus sagradas iglesias y que se confiesen o que comulguen lo que mejor les apetezca, pero a los que no creemos en nada religioso, ni espiritual y en ello entra el cielo y el infierno, los santos, los cristos, los demonios, los anticristos, las vírgenes, las apariciones, lo místico religioso y alguna más que ahora mismo se me olvida...pues repito, que los que van de esa vaina religiosa que pasen de nosotros y que no nos impongan sus sacrosantas procesiones y sus grandes misas televisadas en la tele pública. ¡Basta ya!. 

Y sino que se presenten a las elecciones y si ganan, me tendré que joder, pero sino ganan...para que contaros...les dejaría de espacio, la iglesia y su patio interior y una sola calle cortada para pasear a sus iconoplastas figuras de santos siempre bien acompañados por sus palmeros. Son rancios y ácidos y sobre todo son antiguos e imponen si les dejas un centímetro de espacio de aire y porque te lo bendicen. Los que viven de verdades de fe tienen esas cosas y no pueden entender que hay otras alternativas en la vida. Yo piso éste suelo y que además yo lo declaro, como sagrado y porque llevo el arte dentro y la religión es mi sangre y la vuestra en cambio, es sangre atea o asquerosa sangre de perro famélico, descreído y desvaído. La fe ha hecho tanto daño a lo largo de los siglos, que ha pasado que muchos cerebros que se han quedo reducidos y encogidos como una avellana. Yo no puedo con esas deidades que te rompen los huevos o que te aterrorizan a base de miedos y pecados capitales. ¿Confesarse?...se va a confesar otro.

 Acaso ese pedazo de santurrones que llevan el demonio debajo de su sotana, han condenado con todas sus fuerzas a toda esa manada de curitas pederastas (que han sido miles) ¿Los han condenado como toca?. ¿Los han repudiado y castigado?. Pues no y además hasta algún curita con cara de abusador de niños nos dice con todo su desparpajo: "es peor un aborto que un abuso de un menor."...y porque está la muerte por el medio. Sin comentarios y yo no soy de armas pero un tiro en la sien sería lo que le correspondería o más simple una condena de por vida y antes cortarle los huevos para siempre y Amén.

 Estoy tan harto de que se juegue con las palabras y cuando nos quieren vender la moto de una iglesia para y por el pueblo y entonces nos hablan de que la iglesia está al servicio del pueblo y cuando les interesa lo contrario, entonces nos dicen que tanto los ricos como los pobres somos iglesia y sobre todo, que hay que saber perdonar (los pobres, claro) a los que nos explotan y nos oprimen. Pero yo no, yo no olvido y perdonar...¡ya veremos!. Y puede que me olvide de ellos cuando estén encadenados y encarcelados de por vida en un cárcel sin muros y sin rejas.

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JULIO CORTÁZAR