El sol es redondo y de bordes bien definidos, en cambio la vida es una curva continua y que a veces se retuerce como la rosca de un tornillo o como un pensamiento extraño que se atraviesa en el cerebro, y en parte todo va depender de lo que en ese momento tengas delante. Tampoco hace falta ser muy lúcido para llegar a éste tipo de conclusiones, con un gramo de sustancia gris, yo creo que es suficiente (o así debía de ser). Y pensando en algunos seres humanos, yo me digo, ¡qué jodidos estamos!.
Hoy entré y por curiosidad, en una página web que presume de hacer Poesías y a medida que fui leyendo y leyendo se me abrían los dedos de los pies, ¡qué pasada!. Que cantidad de estupideces se decían con palabras y ya mejor no hablamos de las imágenes, corazones y corazones que se entrecruzaban en plan amoroso y relamido y lo siento y porque me encanta la poesía, pero esos poemas eran unos absolutos bodrios pasteleros. Parecían poemas que recitaba en plan grandilocuente el Nicolás Maduro en uno de ese episodios donde ve pajaritos que le hablan.
Qué vergüenza ajena, qué esperpento y es tan difícil de entender, que para escribir poesía hay que tener las ideas claras y en consecuencia los sentimientos, porque sino el poema se convierte en una pena lastimera. Hay que cantar al amor, pero con ganas. Hay que hablar de la pasión, pero siendo apasionado y no hablar de tanta cursilería de que tú me dejaste y sólo. Hay empalagos que sobrepasan lo más dulce de la tierra y hay que ser algo dulce, pero también amargo, igual que hay que ser valiente, débil, mordaz, irónico, triste y a veces estúpido, pero todo en su justa dosis.

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