Y ASÍ NOS AÑORAMOS JUNTOS LOS DOS



En un rincón de mi alma 
tengo tu cara guardada,
le da una luz otoñal que juega al gato y al ratón 
con los reflejos que entran por la ventana
por sus esquinas crece un musgo verde 
que de cada vez se hace más grande,
por su cara norte, entra un frío glacial,
y por su cara sur,
amenazan nubarrones negros

y yo todos los días le digo a tu cara,
¡buenos días!
y me quedo esperando una contestación...

Al ver que no obtengo respuesta,
me acurruco junto a tu cara
y así nos añoramos juntos los dos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR