Ahora con casi toda la vida por detrás
es el reloj el que avanza sin piedad.
Yo apostaría por mi,
pero no soy caballo ganador,
parezco fiero, duro y frío
pero soy animal de sangre caliente,
y ante un sentimiento me quedo sin aliento.
A veces me lleno de aire
y acabo reventando por todas las costuras.
En realidad soy más hablador que cantautor
y menos decidido de lo que le cuento a mis amigos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario