(DÍA 19) DIARIO DE UN NAÚFRAGO

 


Día 19 desde que se hundió el barco sobre el que navegamos.
Yo por supuesto sigo encerrado en mi santa casa o barco
y lo hago, a cal y canto
y que nadie venga a tocarme los cojones,
por favor, que nadie venga...
Estamos confinados y punto
además, 
para eso están los plastas que hay por la vida
tienen sus propios congresos,
se juntan y hablan de coches,
o de móviles de última generación
o simplemente se intercambian sellos, penas y miserias.
¿Hay algo más penoso que asistir
a un congreso de sellos, estampitas o móviles de última generación?,
Como decía el otro,
si ellos se quedan contentos,
tampoco voy a ser yo el que les agüe su fiesta.
Pero todo esto y hay que reconocerlo...
es un poco friki,
los coches,
los móviles, 
los sellos,
las estampitas.
¿Y donde se queda la filosofía?
pues la filosofía se queda en casa de cada uno,
se queda conmigo y con otros iluminados como yo,
que de vez en cuando ladramos desde nuestra casa
y porque de vez en cuando
hay que lanzar un bombardeo de preguntas profundas
y así arrinconar a los que van de listillos,
antes nos comunicábamos por teléfono fijo
y por cabinas telefónicas y punto y pelota,
y ahora tenemos automóviles que funcionan solos,
televisión 8K 
móviles que te lo hacen todo
y en cambio y perdonádme que sea tan claro,
seguimos confinados en casa
y demasiados no saben que hacer con tanto tiempo libre
y eso demuestra una vez más
que la tecnología no nos hace ser más libres.


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JULIO CORTÁZAR