Simplemente rozaste mis labios,
y sin más me dijiste adiós...
adiós y hasta que nos veamos en otra dimensión.
Y han pasado los años y han pasado los siglos,
y tú no estás aquí,
y tiemblan con la misma emoción de aquellos días,
mis labios forman parte de tí
y tú fuíste la culpable de esa maldición.

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