Y pasa la vida
y yo me paseo con ella
pero de cada vez, voy a paso más rápido.
Se acortan los años,
se achican,
se encojen,
y cuando piensas que ha pasado 1 año
en realidad, han pasado 3 o 4
y el espejo es el único que no te engaña,
te caen las penas como grandes ojeras
la risa, que antes era una de tus mejores armas,
ahora se queda en un rictus casi inexpresivo,
el karma, que era tan vivo y claro
ahora, se oscurece entre las arrugas del miedo.
La vejez, tiene eso,
tiene mucho pellejo
tiene muchos dolores
y sobre todo,
tiene demasiadas evidencias
de que se te va agotando el tiempo de tu existencia.

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