Hoy estuve viendo unos vídeos de cuando mis hijos eran pequeños y enanos y la verdad es que no me reconocía y hasta parecía un buen padre (que lo fuí, pero como decía el otro, con mis taras o deficiencias). Quiero decir que no me siento del todo culpable por todos mis fallos como padre, pero en parte sí y porque siempre se puede ser mejor y ese es un dicho que vale para todo lo que hiciste y estás haciendo. En el fondo es un dicho exculpatorio que te libera de la mala conciencia. Pero vayamos a lo que vamos y la verdad es que viendo los dichosos vídeos me fuí emocionando hacia dentro y por lo tanto, lloré por dentro y para mis adentros. No expresé mis emociones hacia afuera y no lo hice porque me jode que mis hijos me vean compungido. Y soy así de imbécil y de tonto y ¿qué le voy hacer?. A mí paupérrimo parecer, yo fuí un buen padre (aunque claro y repito, siempre se puede ser mejor) y verme en el puto vídeo como padre que como pasa en algunas películas yanquis, en el vídeo parece ser el mejor de los padres. Pero ese pensamiento no nos lleva a ningún sitio y porque desde luego y está demostrado yo no pertenezco a esa élite de ser de los mejores padres que hay en el mundo. Simplemente he sido un buen padre y punto y quién tenga dudas que se lo pregunte a mis hijos.
Yo por lo menos lo digo y lo reconozco, no he sido perfecto pero tampoco eso era mi intención o mi objectivo, mi idea era ser lo mejor posible y lo más humano que podía ser en esos momentos. Mi idea no era ser un buen padre y porque como padre nunca me había visto. En mis sueños si lo era y me encantaba la idea de poder aprender de ellos (de mis hijos) y ensañarme en esa idea un tanto obsesiva, pero al mismo tiempo si consiguiera volar, lo haría igualmente pero siendo un padre cuasi perfecto. Mis defectos me los llevaré al feretro y así nadie me podrá decir que he sido un mal padre. En éste tema en concreto, sólo me importa la opinión que tienen de mí mis hijos. Expreso todo lo que siento pero me impongo mi propia autocensura y ya sea por cbardía o ya sea porque así fuí educado, pero lo que realmente importa es que me siento capado de mi propia personalidad. Yo quisiera decirle al mundo todo lo que siento y pienso, pero tengo algo dentro de mi cabeza que llegado a un punto de mi propio relato, me dice que no, que no siga contando más y que hasta has llegado y que el resto te lo dejas para tí mismo.
Yo no creo que naciera capado de mi capacidad de describir mis temores, alegrías y sentimientos, yo creo más bien que me fueron educando y ya sea en casa y ya sea en el colegio. Desde luego de pequeño me inundaron de normas y prohibiciones y yo aprendí a sobrevivir entre ellas, pero algo de todo ello se quedó dentro de mí. Y lo dicho, lo que llevas incrustado dentro de tí, es casi imposible de que a lo largo de tu vida sea borrado de tu propio mapa interno.

No hay comentarios:
Publicar un comentario