No pretendo dar lecciones a nadie
ni siquiera a mí mismo,
porque no me siento catedrático ni da nada ni de nadie
me siento más...
peatón en una ciudad sin nombre
o un punto negro entre millones de puntos negros
un tío mediano,
un tío pasable que puede caber en cualquier parte
pero tampoco me siento florero de nadie.
Yo por mi parte
haría dos Brunos
uno es el que habla
y el otro
es el que sueña.

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