Compañero, camarada, amigo
yo sigo aquí
y sigo vivo
Tú no sé por donde andas
y espero que sigas vivo
aunque estoy hablando de aquél antiguo amigo mío
el que eras, el que fuíste
y el mismo que parecía que lo era
y hasta que un día, un bendito día
desapareciste como apareciste
de repente, en silencio,
mirando al suelo
y porque ya no podías mirarme a la cara
abriste la puerta de tu coche
te sentaste en el asiento del conductor
y dijiste un adiós que sonó a definitivo
que alli mismo me di cuenta
de que sería nuestro último adiós.
Allí mismo se murió
lo que hubo entre los dos
y tampoco me dió pena
ni siquiera sentí dolor
sentí una brisa de alivio
y porque de aquél viejo amigo
solo quedaba el espectro de lo que había sido
y a mí los espectros me daban miedo
y sentí que cuanto más lejos estuvieras de mí
sería lo mejor para los dos.

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