El poeta Taha Muhammad Ali nació en una aldea de Galilea, arrasada por el ejército israelí en 1948. Refugiado un tiempo en Líbano, vivió el resto de su vida en la ciudad de Nazareth, donde vendía souvenirs y artículos religiosos junto a la Iglesia de la Anunciación de día y por la noche estudiaba poesía.
Venganza
A veces quisiera encontrarle en un duelo
con aquel hombre que asesinó a mi padre
y arrasó su casa y a mí me forzó
a vagar por una tierra estrecha.
Si me matara él,
entonces yo al fin descansaría.
Pero si lo matara yo,
entonces habría obtenido mi venganza.
Mas luego pienso:
¿Qué haría yo si descubriera,
a la hora de enfrentarlo,
que hay una madre que lo espera
o un padre
que lleva la palma
de su mano derecha
al lado izquierdo de su pecho
-al corazón-
cada vez que su hijo
tarda un cuarto de hora
en volver a casa?
Entonces, aunque pudiera matarlo,
lo dejaría vivir.

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