JIM HARRISON: CALENDARIOS

 

De vuelta en la silla azul frente al estudio verde
ha pasado otro año, o eso dicen, pero los calendarios mienten.
Son una especie de máquina corporativa cósmica como
sus primos los relojes pero se rompen en los momentos más inoportunos.
Aunque hace cincuenta años que aprendí a apartarme del calendario,
acabé volviendo a él por razones
de codicia y mi imperecedera estupidez.
Últimamente he escapado durante más y más tiempo
de esos cuadrados funestos con sus números afilados como navajas.
Tuve que convertirme en el agua en movimiento que ya soy,
recuperando la forma humana para
no asustar a mis hijos, nietos, perros y amigos.
A nuestro viejo gato no le importa. Lame el agua donde solía estar mi cara.




















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JULIO CORTÁZAR