A éstas alturas de mi vida y cuando me empiezo a sentir viejo prescindible y caduco, sería muy fácil decir:
Todo lo que yo hice en ésta puñetera y corta vida ¿para qué sirvió?.
La cosa funcionó como funciona todo: a saltos que a veces fueron inmensos y que otras veces fueron en miniatura. También hubo muchos días tristes y llorosos pero que el resumen final de mi vida, fueron perfectamente compensados con los días felices y alegres de risa floja y a carcajadas y que aunque pocos o menos de los que yo pretendía, lo fueron hasta la misma médula de mis viejos huesos.
Lo que menos hubo fueron días anodinos y amorfos y porque en mi ADN figura que ante todo me gusta el riesgo y prefiero caer por un precipicio a tener que arrastrarme por el suelo.
Cada uno tiene la capacidad de escoger su propio destino y aunque hay factores externos e internos que influyen en el resultado de la ecuación...al final buena parte de la decisiones que tomes, dependen de ti mismo.
Que sí...que hay ser rápido en la toma de decisiones y más sincero y mejor amigo y mejor compañero y levantar mejor el ánimo y no vivir de rodillas en ningún momento y por la simple razón de que yo no soy esclavo de nadie. Y ser solidario pero también y a la vez, ser más pájaro solitario. En fin, ser más libre y tener una capacidad de superación que me sorprenda y que me desborde. Creo que a partir de ahora, habrá muchos de estos balances positivos sobre mi vida.
Y por último que quede claro una cosa:
¡¡¡me siento orgulloso de mi existencia!!!.

No hay comentarios:
Publicar un comentario