LA RESPUESTA CORRECTA


Y ahora la muerte ataca por el flanco de los músicos, que en su debido tiempo tanto me gustaron y por supuesto, que me siguen gustando y puede que ahora más que antes. Estos días murieron dos viejos rockeros, el Robe Iniesta o el cantante de Extremoduro y Jorge Martinez, el cantante de Ilegales y esto me ha pillado descolocado y una muerte la trago pero dos y de golpe, es como demasiado para mi viejo cuerpo. Uno con 63 años y el otro con 70. Pero claro, la mayoría de los escriben en las redes sociales algo sobre ellos, parten de que los escucharon en su adolescencia y ese no es mi caso y porque yo tengo una edad parecida a la de ellos. A mi empezaron a gustar alrededor de mis 30 años y por eso y aunque me atraparon yo no fuí tan fan de ninguno pero si fuí su puto admirador y porque la música y la letra de las canciones de Robe son auténtica poesía. La música descubierta a una edad más madura te da una visión más sosegada y no tan pasional como la que te da la adolescencia. Yo en mi adolescencia ya era un luchador nato e iba de manifestación en manifestación y tirando cócteles molotov al que se lo merecía y por el medio siempre caía alguna asamblea y algunas pintadas en muros y paredes que estaban a la vista de todo el mundo. Mi visión del mundo de aquellas, era como la que tengo ahora, aunque hay una gran diferencia entre la una y la otra y es que ahora de todo ese cuento me creo la mitad y eso dando demasiadas alas al asunto que ahora nos atañe. Pero sería un verdadero necio, si no hubiera aprendido que en ésta vida todo se acaba deformando y lo puro se hace impuro. Aunque yo y debido a mi idealismo social y político, conservo más cosas de las que debía conservar de aquellos preciosos tiempos. Siempre me gustó jugar con el fuego y la utopía ha formado buena parte de mi existencia. Y podía  decir que mis ídolos fueron Lenin, Marx y Engels o el mismísimo Mao, pero a pesar de tenerlos encumbrados nunca llegaron a la categoría de mis ídolos preferidos. Mi ídolo era yo mismo y poco más crecía a mi alrededor. Pero claro, de aquellas me faltaba esa capacidad que ahora tengo, esa capacidad de ver más allá de las cosas, pero de alguna manera sé que desconfiaba de estos ídolos que tenían los pies de barro y como si tuvieran la solución para todo y tal y como si fueran vendedores de ideología barata envasada en fórmulas magistrales. No señor, yo fuí un joven revolucionario que luchó hasta la extenuación y que de alguna manera seguí luchando y lo sigo haciendo y a conciencia y en cada día de mi vida.

En realidad me siento orgulloso de haber sido de ésta manera. Mi entorno era lo contrario y todo a mi alrededor era como demasiado pijo y bien que me pude quedar en el status de mi primo pijo. Por cierto mi hermano, mi idolatrado hermano que para mí era de aquellas, pues solo tengo que decir que hace años que se le cayó la máscara que llevaba encima y ahora se ha integrado en medio de todo el pijerío de mi querido Vigo. Y durante unos años y que supongo que sería su estado y tiempo de transición, yo pensaba que a lo mejor yo era el que me había equivocado con él y porque hubo y como en todo proceso que se precie, hubo mucha confusión y que al fin y al cabo, yo había sacado conclusiones equivocadas, pero el tiempo pone a todos en su puto sitio. Claro que el menda se casó con una pija redomada. pero no hay que echarle toda la culpa a ella y porque éste asunto viene de muy lejos y ya en mis tiempos lejanos, ya había brotes verdes en su alma y mente y tarde o temprano se darían las debidas condiciones y para que así mostrara su verdadera cara. Ahora vive en la zona más pija de Vigo y se debe sentir orgulloso de semejante hazaña. Bueno, cada uno tiene lo que se merece y si esa era su verdadera causa en ésta puta vida, pues simplemente que le aproveche.

Pero esa pobreza mental es cuando menos que miseria ideológica. Yo no le pedía que abrazara mi mundo y porque no se le pueden pedir peras al olmo, pero por lo menos que mantuviera cierto grado de humildad. Lo cierto es que de cada vez nos queda menos y yo estoy entrando en tiempo regalado y él que me lleva 8 años, pues ya entró en ese período hace 8 años y creo que debutó con un infarto. Yo lo llamé cuando me enteré y como estaba recuperándose dijo su mujer que ya me llamaría. Y por supuesto, que no me llamó. Pero el que no me llame es una cuestión que me he ganado a pulso y porque yo llevaba años alejado de él y simplemente éste hecho es consecuencia de mis hechos anteriores. Corté el ligero hilo que nos unía como una familia que nunca fue una familia. Le llamaban familia desestructurada y lo era y hasta la bandera. A veces dudo si esta es la mejor alternativa, pero después me planteo que podría hablar con él, pero de cariño hacia él estoy bajo cero y creo que me moriré sin saber la respuesta correcta...











 

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JULIO CORTÁZAR