Si miro a mi alrededor,
y observo todo lo que veo,
y me detengo a pensar, tan sólo un rato,
y así poder interpretarlo,
yo veo caras decaidas,
veo ojos apagados, que arrastran las legañas,
veo miradas vacías y lánguidas,
veo expresiones de preocupación y de desconfianza,
y lo que yo no veo, ni miro, ni palpo,
y menos siento y percibo,
son miradas vivas e iluminadas,
ni veo risas francas y sinceras,
ni siquiera escucho conversaciones
aunque sólo fueran superficiales,
ni veo un beso, ni un abrazo,
ni una caricia,
ni por supuesto una mirada cómplice,
es como si todo estuviera bajo la ley seca,
todo phohibido, penado y castigado.
Yo veo muchas cosas,
y veo algunas que no quiero ver,
y son éstas las que yo no cuento,
pues carezco de las palabras adecuadas,
ni siquiera tengo un pequeño embrión,
o un trozo de esqueje,
o una minúscula semilla,
no tengo nada,
por no tener, no tengo ni por donde empezar,
y sólo escribo esto,
por el mero hecho de escribir algo, sin más.
y observo todo lo que veo,
y me detengo a pensar, tan sólo un rato,
y así poder interpretarlo,
yo veo caras decaidas,
veo ojos apagados, que arrastran las legañas,
veo miradas vacías y lánguidas,
veo expresiones de preocupación y de desconfianza,
y lo que yo no veo, ni miro, ni palpo,
y menos siento y percibo,
son miradas vivas e iluminadas,
ni veo risas francas y sinceras,
ni siquiera escucho conversaciones
aunque sólo fueran superficiales,
ni veo un beso, ni un abrazo,
ni una caricia,
ni por supuesto una mirada cómplice,
es como si todo estuviera bajo la ley seca,
todo phohibido, penado y castigado.
Yo veo muchas cosas,
y veo algunas que no quiero ver,
y son éstas las que yo no cuento,
pues carezco de las palabras adecuadas,
ni siquiera tengo un pequeño embrión,
o un trozo de esqueje,
o una minúscula semilla,
no tengo nada,
por no tener, no tengo ni por donde empezar,
y sólo escribo esto,
por el mero hecho de escribir algo, sin más.
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