EL MAR (Poema)

Es curioso observar el mar en calma,
y lo es, por esa quietad de charca,
y por no ser su estado natural,
es como si al mar,
lo forzaran a tener calma.

Puede ser que esté acostumbrado,
al mar cabreado,
al mar escupiendo espuma,
al mar enfurecido rompiendo contra las rocas.

 O puede que a mi me gusten más,
los temporales o tempestades,
y ver como el mar se revuelve sobre sus olas.

Tengo sensación de mal augurio,
o de que el mar me esconde algo,
y que después de esa calma,
vendrá una desgracia.

Reconozco que son presagios raros y extraños,
que son puras intuiciones,
y que además no tienen base científica,
pero a mi el mar en calma excesiva, en calma chicha,
me suena a boa durmiendo, después de una ingesta.

El mar en ese estado letárgico,
me parece un mudo inexpresivo,
no habla, ni se mueve,
no expresa, ni siente, ni padece,
y se convierte en un ser amorfo y anodino.

A mi me gusta el carácter del mar,
me encanta cuando  se cabrea,
cuando da un puñetazo sobre la mesa,
cuando se muestra amenazante,
cuando arrasa con todo,
cuando rompe aceras y destroza barcos,
y cuando vomita sus restos sobre la arena.

Me seduce el mar, me seduce,
me gusta su cuerpo de ola,
me atrae el enigma que esconde,
me fascina ver como se levanta,
en realidad, me gusta todo del mar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR