PARADOS Y CURRANTES (Opinión)

6.202.000 parados, ahí es ná, todo un record, todo un batallón para ir directamente a la olla. Y resulta que por una encuesta nos enteramos, que 2 de cada tres parados piensan que no van a encontrar trabajo éste año. Dos de cada tres, lo cual equivale al cien por cien de los parados, pues el tercero que queda no cuenta para nada, porque simplemente es un descerebrado. Lo llaman ser optimista y incluso dicen que son los que ven la botella medio llena, pero lo que son, son tontos de capirote o se encuentran demasiado confundidos o cuando le hicieron la encusta estaban borrachos en la cantina. O sea que ellos, el uno de tres, piensan en que si van a encontrar curro el año que viene y como se le puede llamar a esto aparte de tontos, pues de mi boca no salen calificativos, bueno no salen los que se puedan decir aquí.

              Como me decía el otro, un periodista de un diario local, tú tienes que comedirte y saber bajar el tono y yo como buen alumno aplicado es lo que estoy haciendo a pies juntillas, por tanto no entro en calificativos malsonantes. pero la idea queda y queda más que clara. No puede ser que haya personas que sean tan ciegas, y una cosa es vivir teniendo ilusiones y otra muy distinta es vivir como un gilipollas (ya se me escapó un exapbruto, sin querer claro). Los hay que hacen cola para fumigarlos en vagones de trenes y gasearlos hasta quedar tiesos y lo ven y lo miran y lo tienen delante de sus narices, pero ellos sólo ven lo que quieren ver, y piensan que subirse a ese tren de la muerte, es simplemente porque los fumigadores se han arrepentido y los van a compensar con un viaje de regreso a su casa. Esto pasó y pasó no hace tanto tiempo, que se lo pregunten a muchos judíos de los campos de exterminio. Claro que busqué el ejemplo más radicalizado y en la vida hay muchos puntos intermedios y por tanto una gran variedad de situaciones y no hay nada más fácil, que cada uno se aplique a su cola o a su cuento o simplemente a su vida, cada uno sabe perfectamente  lo que está esperando y si quiere aplicarse éste cuento que se lo aplique y el que no, pues que no lo haga.

           Vamos a ver, nos están dando por todos lados y de que manera y nosotros somos tan tontos de pensar que no van a por nosotros. Si hoy no van, por la causa que sea, no preocuparos que ya nos tocará el turno. Y hasta ahora he hablado de los parados y si hablo un poco de los que aún estamos currando, porque yo soy de éstos últimos y algunos dirán por suerte, y yo digo quie ni por suerte ni por desgracia, es lo que hay y por tanto es mi realidad y la vuestra es otra. Y mi realidad es bastante deprimente y me baso en datos, porque haciendo comparativa de nóminas de hace un año al actual, no se queda la bajada de los sueldos en el 10% anunciado por el Gobierno, no señor no se queda solamente en eso. Pues aparte de bajar el 10 %, nos han quitado complementos, admás de subir el IRPF y la suma de todo viene a ser un 20% del sueldo. Asi, por ejemplo, si uno ganaba 2.000 al mes el año pasado, éste año ganará 400 euros menos, por tanto serán 1.600 euros. Creo que una bajado de éste tipo se tiene que notar en el bolsillo.

          Pero lo peor del caso, es que casi no puedes protestar, porque te encuentras metido en un sanwich. Por un lado están los de arriba, los jefes del tinglado, diciéndote que no protestes y que menos mal que tienes trabajo, como haciéndote un favor y por el otro lado, están los axfisiados parados o no parados o que son menos que mileuristas y también te vienen con la misma cantinela. Si yo ganara lo que tú ganas yo no protestaría, yo estaría feliz y contento. Y aquí permitidme un lapsus y hagamos un poco de memoria histórica o mejor dicho hagamos un ejercicio de memoria reciente. Nadie se acuerda que hace unos pocos años se vivía en épocas de vacas gordas y todos los trabajadores ganaban más que nosotros, por nosotros me refiero a los funcionarios. Pues yo sí me acuerdo de eso y de sus 3.000 o 4.000 euros al mes y casi todo en dinero negro, eso sí currando a destajo. Me acuerdo y me acuerdo perfectamente de las miradas por encima del hombro, de las gracias y las burlas: tú tanto estudiar, tantos años empleados en formarte y mira yo sin cultura ni formación gano mucho más que tú. Y si no te lo decían con palabras, llegaba con enseñarte el coche, que solía ser un todoterreno de los buenos o mira que casa tengo, que chalet y con piscina, y... y....

           Y todo esto nos lo restregaban por la cara y que ganas te entraban de convertirte en un mafioso. Creo que no hubo una época tan larga en mi vida en que no me sintiera tan imbécil. La nómina controlada, Hacienda chupándote la sangre cada mes y el otro, el del todoterreno y su chalet de alto standing, no cotizando casi nada y al no cotizar se permitía el lujo de invertir y de vivir a lo grande. ¿Es que acaso soy yo el único que se acuerda? de estos tiempos no tan lejanos. En éste pais hubo una auténtica escuela de mafiosos, empezando por los de arriba, que predicaban con el ejemplo y eran catedráticos en el arte de chorizar y los de abajo, sólo aplicaban las pautas enseñadas.

           Y todo esto que digo, no es con ánimo de venganza, es simplemente un recordatorio y que siempre se deba tener en cuenta. Yo soy el primero en apoyar la lucha de los parados, de los hipotecados y demás luchas por causas justas, pero mi apoyo es un apoyo crítico, por tanto apoyaré a los que se lo merezcan, y a los que hoy van de victimas y mañana de especuladores, a esos no es sólo que no los apoye, es que los combato. Y una cualidad imprescindible para unirnos en la lucha, es el respeto por los demás, si a mi me respetan, yo respetaré y con eso me refiero a los que argumentan que yo no puedo protestar por tener trabajo. Para mí estos señores, al no apoyarme ya no me están respetando, si quieren mi apoyo yo les pediré el suyo, igualmente.

           Porque por este argumento, el argumento del que tenga o no trabajo, podemos llegar facilmente, que el que no tenga trabajo, se sienta con todo el derecho a ejercer de esquirol y suplantarnos en nuestro trabajo y claro a precio de saldo y por supuesto sin ningún derecho laboral. Pues lo siento mucho señores, pero con los esquiroles yo no puedo, no pude ni podré nunca.
A los esquiroles hay que combatirlos y más en éstas condiciones sociales, terreno más que propicio para las envidias rastreras, para los chivatos y los esquiroles y por supesto para los trepas. Todos forman parte de una clase social que surge en épocas de crisis, la clase de los egoístas y de los sin escrúpulos, los mismos que si tienen que matar para alcanzar su objetivo, lo harán sin ningún remordimieno.

   Menos mal que estos elementos no son el todo, son sólo una parte del todo y quedan otras partes con las que si se puede contar y apoyar en su lucha por la vida y que lo hacen con el máximo respeto, el mismo respeto que yo les tengo a ellos.

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JULIO CORTÁZAR