PRIORIDADES (Pensamiento)

Prioridades, todos tenemos prioridades y cada uno tiene la suya. Yo puedo tener una prioridad y como es mía y solo me implica a mí, pues no pasa nada, la realizo y tan contento me quedo. Pero si esa prioridad toca e implica a otras personas, entonces la prioridad ya es otra cosa, sólo puede realizarse si los demás implicados están de acuerdo y quieren participar en ella. El gobierno, éste y otros parecidos a éste, marcan las prioridades y a lo mejor resulta que esas prioridades que ellos marcan no coinciden con las nuestras. Y no es díficil no coincidir, que va al revés, es más bien fácil y mientras ellos representen a los intereses de los más ricos, la brecha se abre y se abre y se abre cada vez más.

                 Pero volvamos a un terreno más cercano, al nuestro, al pan nuestro de cada día. Es realmente difícil establecer prioridades que no impliquen a más personas. Si yo decido que mi prioridad es por ejemplo, cambiar de sexo y a continuación lo hago, implico a  un montón de personas y no las implico porque ellas me vayan a operar, sino que con el cambio de sexo, por ejemplo, le cambio su escala de valores. Si yo me pongo un par de buenas tetas y los demás cuando me vean, seguro que no sabrán como reacionar. No sabrán decirte que menudo par de tetas te has puesto o que bonitas tetas o que bien o que mal te sientan, no señor no dirán nada, mirarán a las tetas y no le quitarán el ojo, pero harán mutis por el forro. En definitiva, no dirán nada porque les abré roto sus esquemas, su esquema mental, en donde me representan como a un tío y aunque por dentro se resquebrajen no se atreverán a decir nada.

                En el fondo el ejemplo que puse ya me gustaría realizarlo y sólo por ver las caras que pone la gente. Me las figuro y todo por romper su esquema con un par de tetas y ya me figuro sus caras en la playa, yo con un escueto bikini y claro, no marcando paquete, entonces que se van a imaginar, que dentro el paquete está vacío y lo que queda está metido entre las piernas, pero metido y bien metido hacia dentro, justo hasta las anginas. De todas formas, para mí lo ideal sería dejarme mi pene y ponerme una linda vagina, así me haría hermafrodita. Y que más quiere un ser humano que hacérselo sólo y no tener que depender de nadie. Yo, si éste tipo de operación existe, yo me apunto el primero de la lista.¡¡ Yo quiero ser Hermafrodita!!

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JULIO CORTÁZAR