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| TARIFA. Al fondo África. |
Hoy es un día extraño o eso es lo que me parece. Un día de toma de decisiones, el día que hace tiempo estaba esperando y cuando llega la hora voy y me desincho como un globo. Claro que hay días y días y uno lo nota nada más levantarse, como se dice, me levanté con el otro pie y el día cogió una secuencia de carambolas desastrosas. Como apenas había dormido, pues estuve currando, se juntó el tocino con la velocidad y hoy por la mañana fuí arrastrándome como un alma en pena. Y al final pillé un agobio que pa que, y mi única decisión acertada fue el ponerse a dormir, y por cierto, me quedé frito durante una hora.
Desde que llegué a ésta Isla en la que me ubico, tengo la sensación de que el tiempo si pasa, como no podía ser de otra manera, pero pasa al ritmo de aquí o sea más lentamente que en la Península y eso que los relojes son iguales y los días se siguen de sus noches y la luna sale cuando el sol se acuesta y bla, bla, blá,... La razón puede estar en que todo se hace más lentamente y no es por flojerio, es que por que aquí, es distinto. Si vas a la carnicería tienen bancos para sentarse, y no son para que descanses, son para amortiguar tú mala hostia y te armes de paciencia y así se te haga la espera, menos larga . Si vas en coche, es frecuente o bastante frecuente que los aborígenes de la Isla, se paren a hablar con el conductor de otro vehículo o con un transeúnte y con el coche plantado en el medio de la calzada y hay como un tiempo de espera de más o menos de dos minutos, apartir de los cuales ya puedes empezar a pitar como un condenado.
Asi por la superficie todo parece que transcurre placidamente, con una tranquilidad que a veces te desquicia, pero en el fondo hay marejada y no todo es tan guai. Hay malos rollos, hay cotilleos a espuertas, hay mala leche envasada y sin envasar y hasta la hay condensada, con nata y semi y desnastada o sea que hay estopa variada, la misma que hay en el resto de los seres humanos, sólo que aquí no se manifiesta de la misma forma: se hace por los vagines, se hace mientras te sonríen o cuando te dan las gracias o simplemente cuando te saludan. Por tanto en ésta Isla pasa lo que pasa en el resto del mundo, sólo que en cada sitio la mala hostia se manifiesta de manera distinta. A mi me recuerda y mucho, a los años en que viví en Finisterre, supongo que será porque los dos sitios son aislados y carecen de ciudades importantes. Y como todo y como se ve, las cosas ni son buenas ni son malas, son como son y son lo que son y lo que hay que hacer es muy simple,, es adaptarse al medio en el que convives. Y mira por donde, tanto rollo para llegar a ésta conclusión tan simplona...
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