HUMANIDAD Y HUMANISMO (Reflexión Aristotélica)

humanidad.
(Del lat. humanĭtas, -ātis).
2. f. Género humano.
3. f. Conjunto de personas.
4. f. Fragilidad o flaqueza propia del ser humano.
5. f. Sensibilidad, compasión de las desgracias de nuestros semejantes.
6. f. Benignidad, mansedumbre, afabilidad.
7. f. Cuerpo de una persona.

humanismo.
1. m. Cultivo o conocimiento de las letras humanas.
2. m. Movimiento renacentista que propugna el retorno a la cultura grecolatina como medio de restaurar los valores humanos.
3. m. Doctrina o actitud vital basada en una concepción integradora de los valores humanos.

Humanidad o humanismo. Se utilizan mucho éstas dos palabras y no siempre acertadamente. El problema no está en su utilización, si no, en que se usan arbitrariamente. Como si no, se puede decir que ésta persona es muy humana o al revés que lo es poco o es inhumana. La cuestión, es como se mide, con que vara de medir se hace y en que se basa. Ahí está su gran problema, en que la definición da pie a muchas interpretaciones. Se dice que una persona es muy humana en base a diferentes criterios, por ejemplo que es una persona muy cariñosa o comprensible. Es una interpretación de éste concepto, claro que había que preguntarse, que si no se tiene ésta cualidad concreta, se puede ser también humano. Pues claro que sí, que se puede, pero compensándolo con otras cualidades, por ejemplo: persona callada que no manifiesta sus sentimentos y en cambio es muy solidaria, con ese muy, compensa su otro deficit.

                       Y si hacemos al revés, y esa persona es poco humana y a lo mejor se basa en hechos objetivos, pero muchas veces, se mezclan otras caracteristicas, como ser una persona tímida y cerrada o muy seca. Y la pregunta del millón, se puede decir eso basándose sólo en su carácter. Yo creo que no y por tanto, se mezclan cualidades y características negativas, si es que son negativas, para intentar definir la humanidad de una persona.

                      Hace algún tiempo, yo tuve que hacer un traslado de un paciente desde el Hospital al Aeropuerto de Menorca, para que a su vez, otro equipo médico, lo llevara en avión a Palma de Mallorca. Bueno, pues del avión bajó la médico que iba a realizar el traslado aéreo y cuando llegó hasta mí, yo me dije, joder si es una compañera y sin más le solté dos besos. Y no ser mal pensados, que la tía no estaba nada buena. Yo simplemente actué llevado por el instinto, ese que te dice que quieres darle la bienvenida a alguien que viene de fuera. La tía se quedó tiesa como una mojama, envarada como si le metieran un palo por el culo y con una mirada más que vacia. Enseguida me dí cuenta de mi error, y simplemente me cagué en mis muertos.

                     Menudo gilipollas soy, darle un par de besos a una muñequita sintética, a una muñequita pija. Porque además tenía pinta de pija y rapidamente me hice mi composición. La tía se guardaba el poco y escaso cariño que tenía su alma inmunda, para su maridito y sus niños opusianos. Los demás, para ella, somos un montón de mierda. Es el desprecio de las clases pudientes y a mi se me olvida muchas veces, que yo soy parte de ellas. A partir de ahí, de mi par de besos y observar su reacción de mujer serpiente, por dentro ya la mandé a tomar por culo y sólo esperaba el momento en que de una vez se fuera.

                    La tía, que no médico, se puso a la faena con el paciente y empezó a calibrarlo o sea tomarle constantes y siempre manteniendo esa distancia fría y gélida con el paciente, como el que sopesa a un paquete grande, su peso, y sus mediciones y el material que lleva. O sea que la tía era disciplinada y metódica como una hormiguita y aquí está el quid de la cuestión, como una puta hormiguita y no como una persona, la humanidad brillaba por su ausencia. Pues resulta que éste bulto con ojos, es una médico bastante considerada profesionalmente. Y como se come eso, pues porque simplemente se valora el aspecto técnico y de conocimientos médicos. La humanidad no se valora para nada, cuando en realidad la tía no sirve para médico, si no para ser perito de mercancías o sea valora la mercancía que se lleva y eso lo hace bien o muy bien, pero para ella es mercancía y no un ser humano.

                   Después vienen las cuantificaciones de la humanidad de una persona o sea si es muy o poco humana, si es algo o no lo es nada. Hay valoraciones acertadas, pero hay muchas con fallos, pues éste es un saco sin fondo y en el entran desde criterios subjetivos, como otros más surrealistas. Entra, si te cae mal o bien, si es simpática o antipática, si es agradable o desagradable, en fin, una amalgama de criterios diferentes. Aquí juega un papel muy importante tú primera impresión, la más instintiva de todas y a lo mejor no sabes explicarte adecuadamente, pero esa persona no te cae bien, pues porque no te cae bien y basta. Y éste primera valoración, para mi es muy importante, pues hay algo que desde dentro te habla y te dice si te gusta o no esa persona.  Pero bueno, esto es harina de otro costal, que ya tocaré otro día.
Por lo de pronto dejo éste tema abierto, pues dá para mucho y yo juro que seguiré dándole vueltas, pues dándoselas yo disfruto como un chiquillo. Cada uno disfruta con lo que puede o con lo que le dejan y si puedes y te dejan, entonces ya te cagas.

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JULIO CORTÁZAR