Menos mal que en la viña del señor hay de todo, hay días contemplativos
en donde ves y observas y por tanto, te tocas los huevos y a ver que
pasa. En cambio hay otros que son días resolutivos, son días D, días de
tomar Decisiones y hoy es un día de éstos últimos. O sea hoy soy un
pragmático de mierda y sólo me vale lo práctico, lo demás lo dejo para
otro día. Sin estos días yo no existiría, vamos si existiría pero sería
un pringao y un tío con muchas ideas, pero en la realidad cotidiana
sería un cero a la izquierda. Me cuesta tanto aterrizar de mi globo
particular, que cuando lo consigo, no quiero saber de nada, de nada más
que lo tengo entre manos.Y hoy he resuelto un problema histórico, un gran y complejo problema y es curioso que llevaba tanto tiempo queriéndolo resolver, que ahora que lo he resuelto, tampoco estoy echando cohetes. Supongo que irá el tema como las buenas comidas, que uno las come y con ganas, pero cuando realmente disfruta es cuando se acuerda de ellas. Digamos que se necesita un tiempo de digestión o sea que ahora estoy en pleno proceso de digestión y que mañana o pasado es cuando me enteraré realmente de que por fin he ganado algo vital.
Aunque para mí, los peores días son los que estoy empanado o sea días de ni fu ni fa, de ni una cosa ni la otra, días amorfos y anodinos, que debían estar tachados del almanaque. Serán días necesarios, digo yo que lo serán y supongo que la cosa va, de que el cerebro también tiene derecho a descansar y es que a veces las noches son una comedura de coco, sueños y más sueños y vueltas y pesadillas.
Como decía al principio en la viña del señor hay de todo y hay que pasar por todo, aunque a veces y por salud mental, también hay que pasar de todo. O sea que le den por el culo al mundo y el día D ya ha pasado, digamos por decretazo y ya
es día C, día de Celebraciones.
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