18 de SEPTIEMBRE, OTRA CRÓNICA MARCIANA (CM)

       Y hoy es miércoles día 18 de Septiembre de 2013 y el día está nublado y yo estoy currando y día y noche, así todo de corrido. Pero bueno aquí estamos y siempre dispuestos, dispuestos a salir a la calle y destrozarlo todo, uf¡¡ perdón, me confundí de tema y pensaba que hablaba de manifestaciones y revueltas. No, estoy en un tema diferente, igual de serio, pero diferente. Ya  me gustaría a mí estar dando caña y peleándome con la poli. Me acuerdo que en mis tiempos revolucionarios llegamos a montar un grupo para enfrentarse a hostia limpia con la poli. Un grupo formado por 5 o 6 miembros y con 1 jefe que estaba más colgado que todos nosotros.

                   Cada miembro se entrenaba aparte en algún arte marcial, uno iba a judo, otro a taikondo, otro a kárate y así todos. Después nos juntábamos dos veces al mes y planificábamos cosas y programábamos otras nuevas. También practicábamos como se hacían los cócteles molotov. Después intercambiábamos conocimientos de cada arte y entrenábamos de buena mañana, aparte del entreno que hacía cada uno. A mi tocó ir a clases de taikondo y tuve la mala suerte que allí iban a entrenar todos los fachas, los fachas fachas, los fachas de ultraderecha. Aquello era un intercambio de miradas de odio y de todo tipo de amenazas similares, pero nunca tuve a ninguno enfrente, por lo menos en aquel gimnasio, pues en la calle sí que nos dimos y nos dimos varias veces, pero eso es otra historia.

                   Bueno el caso es que el grupo fue evolucionando y al mismo ritmo que practicando: nos enfrentamos varias veces con la poli y para ello íbamos encabezando las manifestaciones. El caso era que nosotros debíamos mantener el tipo o sea hacer una especie de colchón absorbe hostias y así el resto de la manifestación se disolvía y sin haber detenciones y el tipo lo manteníamos, pero bastante magullado, pues llevamos hostias hasta en el paladar blando y es que nosotros, casi no dábamos ninguna. No podía compararse unos cacho tíos de uniforme y con una porras más grandes que ellos, con cuatro pringaos armados con unos palos. Pero bueno se hacía, porque había que hacerlo, ahora lo haría su tía. Después el grupo fue evolucionando y radicalizándose y hasta llegamos a planificar un atraco y menos mal que llegó la "pseudodemocracia" de ahora y por tanto se acabaron las manifestaciones y también sus protectores  y digo menos mal, pues un grupo así de pequeño y de cerrado, lo tenía más que fácil para que
acabara intentando algún atentado.