¿Y porqué me empeño en meterme en camisas de once varas? o ¿en temas espinosos?, pues porque yo soy así de hecho y de contrahecho, de bueno y de malo, de listo y de burro. Si, tengo tendencia a meterme de lleno en la boca del lobo y es que acabo de leer de nuevo el artículo sobre Artur Más y claro me pregunté si no era mejor haberme callado. Y esto no lo digo por decir, lo digo porque se prestará a mil malentendidos, pues es imposible reflejar en un sólo artículo todos los matices del asunto y claro voy viendo algunas fisuras. Pero bueno lo que cuenta es el como se lee, es decir si uno quiere entender la globalidad del asunto y no pararse en cada punto y coma, que seguro que los hay, que buscarán si falta un acento o una letra, pero por desgracia eso siempre pasará. En el fondo me da exactamente igual, es más me siento orgulloso de hacerlo y eso es ir a contra corriente hoy en día.Las modas son fenómenos incontrolados y que algunos les gusta promocionar y por tanto aprovechar y hoy está de moda ser nacionalista de países oprimidos y menos mal, porque más sobredosis de nacionalismo patriotero español y me da un pasmo. De todas formas y a lo que voy, no caigamos en fotocopias del folclore español y nos metamos entre pecho y espalda una sobredosis de bailes regionales o mejor dicho nacionales, un poco llega, pero sólo un poco. Ni usemos sólo las banderas como símbolo de nuestra identidad Ni cantemos todo el día el himno nacional, por favor no nos hagamos tan mezquinos y tan cortos de vista. No caigamos en que lo nuestro es bueno porque es catalán o gallego y lo demás es malo porque está hecho fuera de aquí.
¿Y porque digo todo esto?, pues muy fácil, porque estoy harto de verlo y es que para sumar puntos y adeptos a la causa, la causa se va volviendo más superficial y al final importamos y pegamos la misma simbología nacional que los demás. Y viene la pregunta del millón: ¿qué te identifica con una nación?, todo, todo no, algo sí y ya veremos. Porqué naciones hay muchas y no todas son iguales y eso es que yo planteo, que a una nación hay que dotarla de contenido y que ese contenido sea un paso para delante en nuestra liberación. No que volvamos a toda la parafernalia patriotera y sólo nos quedemos en ella y ya está, ya hemos vuelto atrás. Porque en el fondo que más me da a mi una bandera española, que una tricolor o de barras y estrellas, si todo al final son banderas, por lo tanto trapos a los que se les dota de un sentimentalisto barato y hortera de hay de mi bandera, oh¡¡ mi corazón y acabamos poniéndonos la mano sobre el corazón cuando oímos nuestro himno.
Es tan fácil caer en novelas rosas de amor y de pasión, que yo tiemblo sólo pensar en el tema, es más me entra el pánico. Exagero, pues ya vereis lo que nos espera, patria, patria y más patria. Pero, ¿qué coño es la patria?, sino es otra cosa que un montaje de ciencia ficción. Me dirán que es sertirse por ejemplo español y volvemos a los sentimientos abstratos, sentir para mí es una cosa y muy diferente del sentimiento de otro. Y me dirán es abrazar la bandera, y una mierda para él. Y también y ¿también que?, porque a partir de aquí ya no saben que más decir y salen por peteneras, hablando de defender la patria, porque nos quieren invadir los moros o los ingleses a partir del Peñón y si acaban hablando de fútbol y de la selección.
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