LA TÉCNICA DE LA BALANZA

                  Me encanta estar en casa cómodo y oyendo el ruido de la lluvia fuera y el máximo o culmen de todo, es tener encendida la estufa de leña, entonces, ya me corro yo solito. Es curioso observar como llegado ésta época de lluvia y frío, la estufa de leña se convierte en el eje central de la casa o en su ombligo. Todo gira alrededor de ella, la enciendo ahora o o la enciendo después y si salgo voy a poner a calentar un rato mi chupa y si vuelvo mojado la pongo a secar.

                  Y es el sitio donde acabamos todos juntos y  reunidos y ya sea para hablar o ver la tele o simplemente no hacer nada y sólo dejarse calentar por su mano cálida. Y es que muchas veces, ¿para qué quiero tele?, si la estufa tiene un cristal espléndido, que nos muestra su propia película. Yo de todas formas pienso que a mi de pequeñito me tacañearon la incubadora, pues tengo un frío congénito y en esto ni gallego ni hostias benditas, soy un friolero más bien patético.

                  Es mejor saborear y paladear los buenos momentos y ser consciente de ello o sea reproducirlos mentalmente, para exprimirlos y no olvidarlos. Dicen que hay un método terapéutico que se basa en eso, en enseñar a que aprecies las buenas cosas y la primera técnica que te enseñan, es esa, a que sepas apreciar los buenos momentos saboreándolos como un buen café o un buen vino. Es una técnica que se basa en tratar de EQUILIBRAR LA BALANZA, pues cuando las cosas te vienen de malas, esas si que las recuerdas y con todos los detalles y en cambio cuando te vienen de cara, simplemente las aceptas y realmente no las aprecias con todos sus detalles y por tanto, no llegas a apreciarlas como es debido

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR