Y llueve y llueve de continuo, no querías caldo pues toma dos tazas. Aparte mojar despeja y te limpia por fuera, por dentro ya es otra cosa, pues por dentro tengo tal caparazón de pecados acumulados, que ya invadieron mi torrente sanguíneo, por tanto ya son sangre de mi sangre. Bueno pues es domingo, domingo lluvioso, pero domingo y día 17 de Noviembre.Pues hoy me encontré de nuevo con mi querido Nicolás Maduro, bueno y muchos días me acuerdo de él y de su pajarito desamparado, Huguito, pero no llega con eso que ahora resulta que ve la cara, la cara de Chávez dibujada en la pared del metro, no si la cosa va, va de eso de apariciones chavistas por todos los lados. Aunque parece que cuando Maduro se le aparece un nuevo problema en su gestión política, aumenta más el ritmo de apariciones.
Al parecer las apariciones le suman votos y no sé si será porque el peyote que toma, lo está repartiendo a su pueblo y al final, todos están enganchados. Porque sino no me explico como éste tío alucinado sigue al frente de un Gobierno y diciendo semejantes estupideces. Y ya el colmo, fue verle imitando los silbidos del pajarito Huguito, yo ante esto no sé si es mejor que siga con su delirio delirante y su cruzada bolivariana, que llevarle la contraria, pues no hay peor enemigo que un loco delirante cuando se siente atacado, es capaz de cualquier cosa.
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