TEST DE PERSONALIDAD

Hice el test del Dalai Lama, ese que circula, como dicen ellos, por las redes sociales y bueno, que os voy a decir. Que primero el Dalai Lama no hizo ningún test y lo sé, porque lo sé y punto,  y otra cosa que el que hizo semejante gilipollez le pusiera ese nombre, vamos para atraer estúpidos como yo y así caer en su red. Yo un día de estos voy a inventarme uno, uno que hable de personalidades ocultas, no como las de éste test, que habla de la personalidad de andar por casa.

               Yo quiero sacaros el demonio que lleváis y que llevo dentro, quiero que veáis a Lucifer y en 3 D, para que lo miréis desde todos los ángulos y desde todas las perspectivas. Y cuando digáis por ejemplo "perro" y una palabra que lo defina, como puede ser que "ladra" o "muerde", pues esto significa algo y significa que vuestro demonio está hasta los cojones de no poder realizar ninguno de los dos actos, léase, ladrar o morder o de las dos cosas a la vez y lo que tenéis que hacer es soltarlo y dejaros llevar por él y por la personalidad maliciosa y viciosilla del Demonio. Pues seguro que al demonio le encanta follar como un cosaco, por eso no hace falta ponerlo en el test, eso vienen en la marca de la casa y por ahí es por donde se define que tengas un buen o mal demonio, vamos que es un criterio de calidad demoníaca.

              El mío ladra y muerde, pues le gustan las dos cosas y eso sí, al pobre lo tengo salidísimo y por tanto no para de atormentarme y torturarme y me dice, tío espabila y mira esa tía y porque no le entras y lo intentas..., y yo haciéndome el duro y le contesto, que sea ella la que me entre, si quiere y sino que le vayan dando. Mi demonio se calla y al cabo de un rato contraataca de nuevo, y mira ésta otra y hazlo porque tu estás muy necesitado y yo no puedo con el dolor de huevos y ¡venga tío espabila!, que vamos a reventar los dos. Tiene razón mi demonio, pues al ritmo que voy de folleteo y que es igual o equivalente a cero patatero, se nos va acumular de tal forma el requesón, que nos vamos a convertir en dos bombas humanas.

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JULIO CORTÁZAR