Ahora me debato entre lo que debo y no debo hacer, entre lo que quiero y lo que debo, vamos como siempre me pasa. Si tengo que hacer esto y debo hacerlo, si debo decir lo otro y debo esperar un poco, y siempre, siempre matizando. Ahora soy el rey del matiz, hace poco era una bestia parda, todo a la cara y sin pamplinas. Como el resultado de ser tan directo no fue nada bueno, pues fui causando muchas bajas entre mis amistades, pues nada he tenido que dar marcha atrás.He cambiado mi filosofía pues estoy convencido que ese pronto de sinceridad que tenía, era producto de mi propia necesidad y para nada contemplaba las necesidades personales de la otra persona, eso por decirlo de alguna manera, me resbalaba. Y sigo con la misma necesidad , la de ser sincero, sólo que ahora intento contraponer mis necesidades con las necesidades de la persona a la cual me dirijo. Acabo de escribir un correo a una persona muy cercana y creo que ella me había faltado al respecto, no por sus palabras, sino por su tono y en primera instancia le contesté con una bomba atómica y de esto hace dos días.
Pues la diferencia con antes, que cuando la escribí, la archivé y con la intención de repasarla después. Y eso acabo de hacer ahora y maticé y quité frases enteras y porque en el fondo esa persona me importa y si llego a mandar lo que contesté en primera instancia, hoy en día ya seríamos enemigos. Así que metí estopa pero con cuidado, es como dar por el culo a lo bravo o usando vaselina, creo que de ésta última forma duele menos y quién sabe, a lo mejor nos acaba gustando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario