¡Porca miseria!, menudo cabreo tengo y no sé muy bien el porqué. En parte supongo que será porque tengo que quedarme aquí encerrado y por otro lado, porque hay días en que los astros se alinean para que tú estés cabreado. Por mi que reventara el mundo y así dejaría de escuchar lo del puente y venga a oír si hace buen tiempo para que disfruten los que están de vacaciones, si por mi fuera que viniera una galerna y que se jodieran todos. Y hala de vuelta a casita y con el rabo entre las piernas.Está tomando muy mal cariz el tema con tantas vacaciones, si nos descuidamos vamos a llegar a tener el calendario de los profesores. Si yo lo que tengo es envidia cochina y me confundí de profesión, lo mío era ejercer de brillante profesor en la Sorbonne, que suena que te cagas y escribir un libro sobre la importancia de los profiteroles en la dieta mediterránea.
Después haría un intercambio de Universidad y me iría un curso lectivo a Houston y a desarrollar mis teorías sobre el Cosmos, la Astrología y su influencia en la evolución de las especies. Y de paso me daría una vuelta por Yanquilandia, alquilaría un buga tipo película y de punta a punta y de océano a océano y dormiría en los moteles de carretera, que no sé lo que tienen, pero todos los yanquis cuando viajan se alojan en semejante horterada de cartón piedra.Y New York, y Chicago, y Texas con sus sombreros y California cuna de los hipis,
y Massachussetts que no sé lo que tiene y por no saber, ni sé donde coño queda y por fin, Las Vegas donde me gastaría en un Casino la poca pasta que tendría y donde de paso y si soy aceptado Y correspondido, me casaría con la primera que me encontrara.¡Qué ilusión casarme en las Vegas!. Estas son mis ilusiones viajeras y mis quimeras de ensueño y la razón de ser de que siga existiendo. Otros tienen otras.
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