Ya son las 6 de la tarde y hace 1 hora que encendí mi estufa de leña y ya empiezo a notar su cálida caricia de fuego. Esto me hace pensar que al lado de mi estufa de leña yo soy poca cosa, soy minúsculo a su lado, pues ella emana e irradia más calor y vida del que yo puedo dar en el resto de mis días. Son reflexiones de alguien que necesita calor y recogimiento y esta es mi forma de agradecerlo, escribiendo unas palabras de agradecimiento.A veces la vida te regala con su lado más dulce y eso te enternece y hasta te eriza el vello. Son instantes donde todo se apacigua y fluye tranquilamente, las ideas pasan a cámara lenta y se fusionan con los sonidos. Las imágenes también pasan lentamente y juegan entre ellas y al final, se forman mosaicos de colores que se recubren de recuerdos y pensamientos. Un mundo nuevo y un mundo extraño, un mundo fugaz y que se te va de las manos, un mundo, en fin, que es luz de un sólo día y es lúcido y es brillante y es plácido y es amable y sobre todo es sentido, muy sentido, pero es corto, corto de tiempo y corto porque siempre lo quieres retener más tiempo.
Hoy me domina la metafísica, esa ciencia que se sabe que existe, pero que nunca se demuestra, esa ciencia que va paralela a nuestra realidad cotidiana y que de vez en cuando nos obsequia con una minúscula visita y que siempre nos deja alguna sensación de regalo. A mi me ha dejado éste deje, éste deje a que por un instante me dejé llevar por los sentidos y me paseé de su mano y junto a la música y a las caricias del fuego, viví y durante un rato, en otro mundo distinto y diferente. Un mundo que está y sabemos que está, un mundo rodeado de misterio, pero eso mismo lo hace más atractivo y ese mundo ojalá estuviera más veces y más tiempo conmigo.En el fondo no descubro nada que no sepamos, pues a todos nos gusta huir de nuestra realidad o por lo menos nos gusta huir durante un tiempo. Algunos se valen del alcohol u otras drogas, otros utilizan la meditación y por último, los hay que simplemente se dejan llevar por los sueños y yo formo parte de ésta última tribu, la tribu de los soñadores empedernidos. Mi objetivo es soñar siempre y el día que deje de soñar es que ya estaré muerto y aunque mi cuerpo sigan latiendo y respirando, por dentro ya estaré muerto. ¡Sin poder soñar yo no vivo, ni podré vivir nunca sin ello!.
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