LA DEUDA CON MI PASADO

Efectivamente al irse el sol ha caído un telón de frío sobre la Isla, bueno un día frío de invierno, como tantos otros que nos quedan. hoy fue un día ocupado, la mañana en el médico y la tarde de asuntos varios, de todas formas tuve pequeños momentos y en ellos y no sé el porqué, repasé algunas cosas escritas en el blog. Bueno pues alguna conclusión saqué. Vi y comprobé que la poesía en general triunfa más, pero también vi escritos para mi memorables y que también triunfaron (aclaro que la barrera del triunfo la situaba por encima de las 100 visitas, que ya es demasiado), así como vi otros, que eran para darles de comer a los cerdos. Como en la viña del señor, que
hay absolutamente de todo.

También observé que el blog el día 5 de febrero y día de mi cumpleaños, cumplirá 1 año y claro pensé, es hora de ir haciendo balance, no sé si para cerrar el chiringuito o seguir la misma pauta que hasta ahora o quizá para inagurar otro nuevo, eso es lo que intentando de descifrar entre la amalgama de mis pensamientos. Pero bueno, pude comprobar que mi principal deuda conmigo, casi la tengo saldada y es la deuda que tenía con mi pasado. Le debía muchas cosas a mi pasado y entre ellas haberle prestado atención.

Ahora me doy cuenta que desde niño yo tenía una forma falsa de superar las cosas y sobre todo las cosas difíciles. Ante un obstáculo potente, primero me agobiaba como un pavo, después dejaba pasar simplemente el chaparrón y ya cuando levantaba cabeza, pues muy sencillo, miraba para delante y me olvidaba del problema. Claro que yo pensaba, ¡pues a mi no me afectan tanto los problemas! y seguía con mi zanahoria delante, la cual no era otra, que el sentirme bien y el estar bien por encima de todo. Esa era mi meta o mi zanahoria.

Pero van quedando restos de los naufragios, restos que se van acumulando y conforme pasa el tiempo. Porque esos restos nunca desaparecieron, volvían con cada marea y cuando volvían, mis esfuerzos se dirigían a olvidar aún más y por tanto, a no querer de ninguna de las maneras, pensar en ellos. Y no sabéis el sobreesfuerzo que eso significa, todo tu energía es absorbida en el intento de querer olvidar. De ahí esa necesidad pendiente, esa necesidad de entrar en el pasado y de entrar sin miedo ni cortapisas.

 Y ahora y una vez que he entrado, mi sensación es de calma y de alivio. Y eso que quedan cosas, pero sé cuales quedan y entraré en ellas cuando el cuerpo me lo pida. El problema estaba en esa sensación abstrata e indefinida de tener el peso de tu pasado como una pesada losa y esa losa y a éstas alturas, la he descargado. Ahora el pasado ya forma parte de mí y ya puedo ver el presente y el futuro, con más ganas. ¡Ahora tengo ganas de comerme la vida!. Y de momento sólo voy por el primer plato y queda el "Todos tesegundo y el postre..Como era aquella frase que me gustaba tanto: "todos tenemos nuestra máquina del tiempo, si vas hacia atrás, son recuerdos y si vas hacia delante, son sueños". Y para que esa máquina funcione correctamente debe hacerlo en los dos sentidos.

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JULIO CORTÁZAR