VOLVER A LO DE SIEMPRE

Finalmente dios ha escuchado mis súplicas y plegarias y me ha concedido un día nublado, nublado y con brisa marina, que es la mejor de las brisas. O sea que hoy es Domingo y como es el día de dios, pues él se ha sentido magnánimo y complaciente y ha tenido a bien descender la temperatura de ésta olla a presión. Bueno es que con los calores yo soy muy delicado y me derrito fácilmente, más o menos como los bombones o como diría el otro, como la mierda que siempre se seca. Bombón o mierda he aquí mi dilema y mi contradicción.

Pues nada que ya fui a comprar mi periódico dominical y ya le eché una ojeada: nada nuevo bajo el sol, en tal caso que ya me estoy arrepintiendo de comprar el País y porque de cada vez se está haciendo más pastoso y grimoso. Ahora se les dio por hacerse más monárquicos que el propio Rey y ya la otra semana dedicaron todo un País Semanal a la vida de los monarcas y siguen y siguen y siguen. Y todo esto tiene un límite y al han llegado, no puedo más con tanto pasteleo. Aparte de su cruzada contra Podemos y buscan resquicios donde no los hay, pero sino los hay se los inventan y aquí no pasa nada, bueno si pasa que yo me doy de baja del País y ya está.

Antes me gustaba por el tema internacional, pues tenían buenos corresponsales que escribían muy bien y que te daban datos para poder pensar. Pero su nivel también ha bajado y ya no hay artículos gustosos. Supongo que también influirá que ahora como están ocupados con su cruzada, sólo destacan en la portada todo lo que vaya contra Podemos y de paso contra IU. Qué pena de periódico y que pena de vida, pues todos o casi todos los medios de comunicación están compinchados para  cortar por lo sano todo lo que ponga en duda el sistema actual. Asistimos a una verdadera caza de brujas, el poder establecido se defiende con uñas y dientes. Ellos lo que quieren es que todo vuelva a su cauce, que el PP vuelva a ganar y sino y como mal menor, que el PSOE se refuerce y de nuevo volver al bipartidismo o sea volver a lo de siempre.

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JULIO CORTÁZAR