Este país en donde yo vivo, es un país de pandereta. En realidad es una mierda, pero para no ser tan radical, prefiero decir, de pandereta y de pandereta de la tuna. Los políticos son los tuneros de turno y nosotros somos el público que asistimos a su fiesta y el que le da a la pandereta es el Mariano Rajoy y es el que marca el ritmo de la música. Ya en mis tiempos existían los vividores, bueno existen desde los lejanos tiempos y eran igual que los actuales, eran y son unos caraduras sin principios.
Y mira que me jode hablar de vez en cuando de estos elementos innombrables, pero de vez en cuando sale la rabia que llevo de dentro y es cuando apoyaría la pena de muerte. Sé que me paso, pero ellos se pasan más conmigo, ellos se pasan conmigo todos los días con sus injurias y mentiras. Y claro cuando uno ve a su alrededor y todo le marea y pasan promesas políticas y pasan mentiras, trapicheos y robos al pueblo, pasan tantas cosas, que al final, no es mareo, ¡es vértigo!.
Y como se va a levantar la moral del pueblo, si los que nos dirigen son amorales o inmorales y que solo se dedican a mandar la pasta pública a Suiza o a Andorra o a cualquier paraíso fiscal. Y hablando de paraísos fiscales, alguien se preguntó ¿el porqué siguen existiendo?, pues yo os lo voy a decir mis pequeños saltamontes, pues porque los que mandan en el mundo, que son los poderes económicos, necesitan tener una válvula de escape y para blanquear su dinero en negro.
Porque sino sería tan fácil como cerrar los chiringuitos de los paraísos fiscales y punto y ya no habría más problemas. Este sistema ya no funciona, éste sistema está obsoleto y por mucho que ellos no quieran, éste sistema va a cambiar si o si y porque cada vez somos más los que nos apuntamos al carro de las verdaderas libertades, pues las de ahora son una pantalla para Alí Babá y los 40 ladrones y por supuesto, que
cada somos más los que nos oponemos a la explotación de las personas.
Y mira que me jode hablar de vez en cuando de estos elementos innombrables, pero de vez en cuando sale la rabia que llevo de dentro y es cuando apoyaría la pena de muerte. Sé que me paso, pero ellos se pasan más conmigo, ellos se pasan conmigo todos los días con sus injurias y mentiras. Y claro cuando uno ve a su alrededor y todo le marea y pasan promesas políticas y pasan mentiras, trapicheos y robos al pueblo, pasan tantas cosas, que al final, no es mareo, ¡es vértigo!.Y como se va a levantar la moral del pueblo, si los que nos dirigen son amorales o inmorales y que solo se dedican a mandar la pasta pública a Suiza o a Andorra o a cualquier paraíso fiscal. Y hablando de paraísos fiscales, alguien se preguntó ¿el porqué siguen existiendo?, pues yo os lo voy a decir mis pequeños saltamontes, pues porque los que mandan en el mundo, que son los poderes económicos, necesitan tener una válvula de escape y para blanquear su dinero en negro.
Porque sino sería tan fácil como cerrar los chiringuitos de los paraísos fiscales y punto y ya no habría más problemas. Este sistema ya no funciona, éste sistema está obsoleto y por mucho que ellos no quieran, éste sistema va a cambiar si o si y porque cada vez somos más los que nos apuntamos al carro de las verdaderas libertades, pues las de ahora son una pantalla para Alí Babá y los 40 ladrones y por supuesto, que
cada somos más los que nos oponemos a la explotación de las personas.
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