Y hoy por fin es Sábado sabadete y de momento no cayó ningún polvete. También es que sólo son las 11 de la mañana y tengo todo el día por delante y además dicen, que la esperanza es lo último que se pierde. De momento por lo menos he cobrado la pasta de mi sueldo y eso es para echar cohetes y para montar una feria del ganado. Ahora, estoy fundido y porque me dieron la del pulpo ésta noche de autos, tres avisos y de los jodidos y adiós noche, dormí hora y media y ahora por la mañana y en mi casa, otro tanto, en total 3 horas de sueño superfluo.
Pero bueno hasta el día 18 de Septiembre me he despedido de las guardias de 24 horas y mañana hago la última de Avión y por la noche de la Privada y el Lunes ya soy un tío libre y dispuesto a comerme el mundo con patatas. Claro que con el tute de ésta noche podía decir también, que me encuentro satisfecho y por eso de decir, que salvé vidas ajenas. Menudo eufemismo eso de ir salvando vidas, pero de los eufemismos también se vive.
Porque si no le echas un poco de salsa al cotarro, el cotarro en sí es superdeprimente. Gordos sebosos sudando como cerdos y a punto de petar o de estallar, viejas dejadas de la mano de dios y con hijos que no le hacen puto caso, en fin, depresiones y dolores inhumanos y alguno de estos temas sí le puedes dar una solución médica, pero a otros sabes que no va a ver solución y en cuanto salgan del Hospital, volverán a cogerse a la botella o a las pastillas y porque en el fondo, es un problema familiar o social. Pero eso es lo que hay, la cruel realidad de la vida cotidiana.
Pero bueno hasta el día 18 de Septiembre me he despedido de las guardias de 24 horas y mañana hago la última de Avión y por la noche de la Privada y el Lunes ya soy un tío libre y dispuesto a comerme el mundo con patatas. Claro que con el tute de ésta noche podía decir también, que me encuentro satisfecho y por eso de decir, que salvé vidas ajenas. Menudo eufemismo eso de ir salvando vidas, pero de los eufemismos también se vive.Porque si no le echas un poco de salsa al cotarro, el cotarro en sí es superdeprimente. Gordos sebosos sudando como cerdos y a punto de petar o de estallar, viejas dejadas de la mano de dios y con hijos que no le hacen puto caso, en fin, depresiones y dolores inhumanos y alguno de estos temas sí le puedes dar una solución médica, pero a otros sabes que no va a ver solución y en cuanto salgan del Hospital, volverán a cogerse a la botella o a las pastillas y porque en el fondo, es un problema familiar o social. Pero eso es lo que hay, la cruel realidad de la vida cotidiana.
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