Y a modiño (despacito) y arrastrando los huevos por el suelo, yo sigo adelante. Poquito a poco voy arañando escritos y voy desquiciando un poquito más, mi paciencia. Éste método del poquito a poco, es como demasiado primario o rudimentario y como además estamos acostumbrados a los grandes saltos internaúticos, cuesta que los cosas circulen a marcha de golpe de tambores. Las cosas debían circular a golpe de neutrones o a golpe de acelerador de neutrones.
En un pestalleo ya debía estar hecho un libro, en un estornudo, una poesía cojonuda y con una meada y echada por dentro y como corresponde, se podía hacer una enciclopedia. La Biblia en sus tiempos la hicieron cuatro pringados que apenas dormían, se ponía un santo tras de otro y cuando desfallecía el primero, era sustituído de inmediato y eso que contaban con el apoyo de Jesucristo, que era el que les pasaba las anfetas del mercado negro.
Pues yo tengo un buen rosario de neuronas y todas me piden al mismo tiempo que: ¡coño! Bruno dotamos de un estímulo externo, que tenemos agotada toda la energía de los axones. Pero mis relaciones con el mercado negro se acabaron hace mucho tiempo y sólo tengo a mano drogas legales delasqueno sirvenparanada. Ya sabéis, cafés, tés y mucha Cocacola y bueno, un pequeño arsenal de pastillas de las que les van sobrando a los que se quedan guiñapos, pero esas no las toco, me dan yuyu tomarme las pastillas de los que se quedaron pajarito y además, que todas son adormideras, pues ya sabéis que los viejos nunca duermen y se pasan el día y la noche durmiendo. ¡Así es el mundo de contradictorio!.
En un pestalleo ya debía estar hecho un libro, en un estornudo, una poesía cojonuda y con una meada y echada por dentro y como corresponde, se podía hacer una enciclopedia. La Biblia en sus tiempos la hicieron cuatro pringados que apenas dormían, se ponía un santo tras de otro y cuando desfallecía el primero, era sustituído de inmediato y eso que contaban con el apoyo de Jesucristo, que era el que les pasaba las anfetas del mercado negro.
Pues yo tengo un buen rosario de neuronas y todas me piden al mismo tiempo que: ¡coño! Bruno dotamos de un estímulo externo, que tenemos agotada toda la energía de los axones. Pero mis relaciones con el mercado negro se acabaron hace mucho tiempo y sólo tengo a mano drogas legales delasqueno sirvenparanada. Ya sabéis, cafés, tés y mucha Cocacola y bueno, un pequeño arsenal de pastillas de las que les van sobrando a los que se quedan guiñapos, pero esas no las toco, me dan yuyu tomarme las pastillas de los que se quedaron pajarito y además, que todas son adormideras, pues ya sabéis que los viejos nunca duermen y se pasan el día y la noche durmiendo. ¡Así es el mundo de contradictorio!.
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