OSTIAS TERAPEÚTICAS

Es muy fácil decir que tienes que ponerte en forma, pero coño, ¡como cuesta!. Ayer por fin me estrené en éste año 2.015, por fin moví mi esqueleto y ahora soy un saco de agujetas. Estoy dolorido al mínimo movimiento y desde el occipucio al prepucio todo me duele.Y es que no es gratuito eso que dicen, que sino le metes caña al cuerpo te convertirás en un ser orondo y lleno del colgajos. Claro que a éstas alturas y donde está ya todo inventado, ya podía ser éste proceso adaptativo menos doloroso para el cuerpo.

Yo que sé, por ejemplo que te pondrías cachas viendo un documental deportivo o mientras te estás duchando el simple hecho de pensar que estás nadando varias veces una piscina olímpica. Me cago en el "mens sana in corpore sano", porque no es por otra cosa porque yo me someto a esta tortura, por tener mi mente sana y que mis ideas salgan frescas y relucientes. Hombre y también por estar un poco cachas, por mostrar mis bíceps bien musculados y que alguno se ponga a temblar cuando me vea.

Que a veces, no llega con la labia bien afilada y cuando dices algo que sea punzante y mordiente, no te salten a la chepa sin más. Un poco de músculo para ayudar a que tus palabras queden asentadas y a que seas más libre a la hora de decir tus pensamientos. Vamos, que nadie te tosa y menos que carraspee, que baje la vista, que tiemble de miedo, que se cague patas abajo y sobre todo, que escuche las palabras sabias que le tienes que decir, porque sino ya sabe lo que hay, que la letra con sangre entra y te veras obligado a darle una buena manada de ostias terapeúticas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR