Ya sé que el mundo no se divide entre buenos y malos, o entre vaqueros o indios o entre policías y ladrones, pues hay mucha tela por el medio. Hay cien mil escalones de personas, hay tribus distintas, hay etnias, hay sociedades que viven en otros tiempos o eso decimos nosotros los occidentales que junto los norteamericanos o yanquis, somos lo que marcamos los tiempos y por tanto dividimos al mundo en dos facciones, los del primer mundo o modernos con sus tiempos y los del tercer mundo o atrasados, económicamente hablando.
O sea que los modernos y acordes con sus tiempos, somos una minoría en la globalidad de la humanidad, pero que, como somos de esa manera tan nuestra para mantener ese nivel de vida tan guai, necesitamos expoliar a los demás, a los están por debajo. Pero tampoco nos llevemos a engaño, hoy estamos nosotros en la cúspide y mañana pueden estar otros y esos otros, harán lo mismo que ahora hacemos nosotros con ellos, explotarlos hasta la extenuación.
Porque a lo que voy, mientras funcionemos con los mismos esquemas mentales y sociales, da igual quién está en el poder, hoy estaré yo y mañana estarás tú. Y ésta teoría tan simple y tan evidente puede parecer demasiado de perogrullo, pero no lo es. No lo es, porque parece que no la ve nadie o no la quiere ver, no lo es porque a nosotros no nos interesa que se vea o que se sepa, no lo es porque eso supone demasiado para el hombre. Cambiar la ideología y el sistema de valores, es demasiado para los hombres y mujeres actuales, pero lo dicho, mientras no se haga, seguiremos alternándonos en el poder.
O sea que los modernos y acordes con sus tiempos, somos una minoría en la globalidad de la humanidad, pero que, como somos de esa manera tan nuestra para mantener ese nivel de vida tan guai, necesitamos expoliar a los demás, a los están por debajo. Pero tampoco nos llevemos a engaño, hoy estamos nosotros en la cúspide y mañana pueden estar otros y esos otros, harán lo mismo que ahora hacemos nosotros con ellos, explotarlos hasta la extenuación.
Porque a lo que voy, mientras funcionemos con los mismos esquemas mentales y sociales, da igual quién está en el poder, hoy estaré yo y mañana estarás tú. Y ésta teoría tan simple y tan evidente puede parecer demasiado de perogrullo, pero no lo es. No lo es, porque parece que no la ve nadie o no la quiere ver, no lo es porque a nosotros no nos interesa que se vea o que se sepa, no lo es porque eso supone demasiado para el hombre. Cambiar la ideología y el sistema de valores, es demasiado para los hombres y mujeres actuales, pero lo dicho, mientras no se haga, seguiremos alternándonos en el poder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario