LOCOS Y NORMALES

Para decir tonterías, primero estoy yo y después están otros, pero yo estoy entre los primeros puestos y estoy orgulloso de ello. Claro que entre tonterías y tonterías, suelto alguna verdades, suelto algunos sentimientos, suelto lo que llevo dentro. Porque por mucho que cojas una onda determinada, la realidad social y personal siempre te salpica y a veces, te inunda y cuando te das cuenta estás en medio de una manifestación pegando berridos y quemando contenedores y haciendo la kale borroka.

Por eso yo vivo en éste remanso de paz, en ésta Isla perdida y dentro de una casa preciosa, para que no todo sean broncas políticas y sociales, para que de vez en cuando me pueda divertir con mis fantasmas y jugar con ellos. Pero ese aislamiento sólo se puede conseguir de vez en cuando, porque tampoco soy impermeable y porque tampoco quiero serlo. Aparte que cuando se alcanza ese estado de aislamiento de forma casi permanente, empiezan las dudas en tu coco, ¿estoy bien o no estoy bien?. ¿Alucino o no alucino?. ¿Me tendré que ir de nuevo al Loquero?.

El puto equilibrio de siempre, un poco de esto y otro poco de lo otro y si te desequilibras un poco hacia un lado, te escoras hacia el otro y ya está, ya tienes el punto que toca. Ya estás equilibrado, aunque si equilibrado es lo que yo soy, también tiene su historia, no para mí, sino para los que me rodean, pues algunos sé que están pensando que éste tío tiene un punto raro y por no decir, un punto de locura. Ellos no dicen esa palabra, loco, pero yo si la digo, porque en el fondo me importa un huevo lo que piensen esos babosos. Yo estaré loco, pero dudo y mucho que esos algunos que me señalan, sean personas consideradas como normales.

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JULIO CORTÁZAR