EL BOTÓN DEL ÁNIMO

Claro que la pregunta que nos hacemos todos es: donde está el botón del ánimo. Sí es que existe ese botón, pero me supongo que si existe y que se enciende cuando le da la real gana. Porque por deseos, ganas y voluntad no se enciende, al revés, cuanto más te empeñes en encenderlo, más te aumenta la frustración de la derrota. Y porque sino no hay manera de explicar del porqué cuando tienes todas las condiciones para ser feliz como una perdiz, hay veces, en que no levantas cabeza.

El ánimo está situado en algún lado de nuestro cuerpo o mejor dicho, de nuestra alma y no hablo del alma divina, hablo del alma donde se guardan los sentimientos y algunos pensamientos. Claro que hay cosas que te obligan casi a levantar el ánimo, por ejemplo el sol. Un día de luz espléndida a mi me pone a tope y un precioso paisaje y un bosque, un río o el mismo mar, me encandilan y me predisponen para darle un mordisco a la vida.

Pero bueno, a mí también me estimula y de que forma el Otoño y sus colores verdes y ocres, y el Invierno frío,lluvioso y desapacible, pero a la vera de una estufa de leña, soy feliz. Es decir, yo a mi alrededor tengo un buen montón de estímulos naturales y cada estación tiene sus encantos y lo que a mi aburre y me satura, es la prolongación excesiva de las estaciones y que llueve meses y meses, y que haga calor medio año y que esté nublado media vida. En el año hay cuatro estaciones y yo quiero vivir cada una y en su justa medida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR