EL ABURRIMIENTO

No es que se me acaben las ideas, pues las ideas siguen bullendo dentro de mi cabeza, lo que pasa que uno acaba aburriéndose de usar el mismo método y en éste caso, de usar el mismo formato y es por eso, que ya no le dedico tanto tiempo al Blog, porque estoy investigando otras formas de poder comunicarse, porque el escribir trata de eso, de ser una forma más de comunicarse. Bueno y de momento me encuentro bastante perdido, hago pinitos por aquí y por allá, pero sigo sin tener clara cual va a ser mi nueva forma de comunicación.

Pero es que pasa que el que no arriesga, no avanza y yo ya estaba notando claros síntomas de casi aburrimiento: me cansaba con mucha frecuencia, enseguida me saturaba y de cada vez, me sentía más saturado. Y todo por lo menos en mi Pueblo, se llama ABURRIMIENTO. Por eso indago e investigo, por eso me arriesgo a buscar nuevas formas. Yo creo que en estos casi tres años he evolucionado un huevo, que he mejorado muchísimo, que he escrito cosas muy interesantes, que también escribí muchas burradas, que solté mierda a destajo, que me cabreé y mucho con la vida, que a veces hasta hubiera matado a algún capullo de mierda, pero en fin, el balance para mí, es sumamente positivo.

Y no es que esté cerrando éste Blog, porque aún le queda cuerda, sino que simplemente hago una reflexión por el camino y que la hago sobre todo por mí, por saber en que momento estoy, que no estoy perdiendo el tiempo, que merece la pena seguir investigando, que meteré la pata mil veces pero que al final seguro que merecerá la pena. Hay que correr riesgos, hay que mojarse por caminos insondables, hay que romper moldes, hay que destrozar las fronteras y es que cuando la imaginación es desbordante no hay límites ni barreras. Como ya dije repetidas veces sólo llevo tres años  escribiendo y por tanto, soy un puto novato, pero yo no tengo la culpa de haber empezado a escribir tan tarde y no la tengo, porque hasta los 56 años no me dí cuenta que me moría por escribir. Las cosas llegan cuando tienen que llegar y además, para compensar ese retraso llegué a meter de tiempo de escritura hasta 12 horas diarias y algunas veces, hasta 16 horas al día. Una animalada, pero yo no conozco otra forma de aprender rápido y como decía mi santa Madre: Hijo con voluntad todo se consigue en ésta vida y como véis yo sigo sus sabias palabras al pie de la letra.

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JULIO CORTÁZAR