EL PAÍS DE LO ENTRAÑABLE

Día complicado el de hoy y porque se complicó el sólo, pues yo hice todo lo que tenía que hacer y eso me ha dejado una buena sensación, pero por otro lado, también tengo la sensación de cierta derrota, de que pude hacer más cosas o de que si me daba la gana, hasta podía arreglar el mundo. Vamos, que hoy me siento sobrado y el verdadero problema que tengo, es que carezco de los medios necesarios para que dios me escuche. Sí, porque con los hombres y mujeres ya no tengo que hablar nada, el asunto que tengo entre manos tiene tintes de divino y sólo las divinidades, como Dios y Yo, tenemos ese poder.

 Bueno pues de momento me tengo que conformar viviendo en éste Pueblo y mis ganas de conducir mi nuevo buga me las tengo que meter por el culo. Anteayer ya recorrí toda la Isla (45 kilómetros) y ya no me quedan más recorridos. He comprado un buga rompedor o sea de ese tipo de bugas que gustan o no gustan y nunca hay posible punto medio. O sea que me compré un buga acorde al como soy yo, que sé que a veces levanto pasiones y en otras ocasiones, me cargo de odios.

Un Citroen Cactus que ya de por sí es un cante de coche, pero es que además me lo compré en color rojo y negro, vamos de los que no se ven a kilómetros de distancia. Me muero de ganas de hacerme un largo viaje y así, probarlo en carretera. Me apetecía y mucho irme conduciendo desde Barcelona hasta Lisboa y allí quedarme unos cuantos días, pues añoro y mucho a mi Portugal del alma querida, ese vecino nuestro que es gran desconocido, no para mí, porque yo siempre fuí uno de esos tíos raros al que le gusta todo lo entrañable y Portugal para mí es eso, es el país de lo entrañable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR