Bueno, pues otro día precioso en la viña del señor y ya van bastantes y no sé muy bien si antes también los había tan frecuentes o pasa que ahora me fijo más en ello. Hombre desde que escribo soy más observador, me fijo más en las cosas, les doy mil vueltas y el final, me quedo con las mejores conclusiones y como en cada día hay una nueva película disfruto con cada una que me ponen. Desde luego lo que tengo clarísimo, es que no me aburro nada y porque siempre tengo un millón de cosas por hacer.
Se podía decir que soy feliz como una perdiz, pero el concepto de felicidad no lo tengo muy claro y porque si digo que soy un tío feliz después que me queda, que soy un tío superfeliz o el más feliz de la Tierra y tampoco es eso, porque sería mentira y porque odio los términos superlativos y por exagerados. O sea mi definición en dos palabras: es que soy un tío tendente a ser feliz y que hay días en que estoy más feliz que en otros. Es curioso esto que digo, pues yo venía de una etapa en que me consideraba uno de los tíos más infelices de la Tierra.
Bueno pues pasada esa etapa, ahora estoy en otra y porque pasé por la primera, ahora sé en que etapa de mi vida estoy. Yo no tengo complejos al decir que soy un tío tendente a ser feliz y al que le joda, que se joda y al que no, que se suba a mi carro, pues seremos dos o tres o cincuenta. Y éste estado no lo he conseguido a base de meditaciones trascendentales con el gurú de turno, las he conseguido a pelo y yo solito y supongo que el haber pasado un mes enterito encerrado en un Loquero me ha influído en ello. Aunque hay que pensar una cosa, yo tuve muchos compañeros en el Loquero que han vuelto a recaer o sea, que éste es un motivo, pero nunca será un motivo definitivo.
Se podía decir que soy feliz como una perdiz, pero el concepto de felicidad no lo tengo muy claro y porque si digo que soy un tío feliz después que me queda, que soy un tío superfeliz o el más feliz de la Tierra y tampoco es eso, porque sería mentira y porque odio los términos superlativos y por exagerados. O sea mi definición en dos palabras: es que soy un tío tendente a ser feliz y que hay días en que estoy más feliz que en otros. Es curioso esto que digo, pues yo venía de una etapa en que me consideraba uno de los tíos más infelices de la Tierra.Bueno pues pasada esa etapa, ahora estoy en otra y porque pasé por la primera, ahora sé en que etapa de mi vida estoy. Yo no tengo complejos al decir que soy un tío tendente a ser feliz y al que le joda, que se joda y al que no, que se suba a mi carro, pues seremos dos o tres o cincuenta. Y éste estado no lo he conseguido a base de meditaciones trascendentales con el gurú de turno, las he conseguido a pelo y yo solito y supongo que el haber pasado un mes enterito encerrado en un Loquero me ha influído en ello. Aunque hay que pensar una cosa, yo tuve muchos compañeros en el Loquero que han vuelto a recaer o sea, que éste es un motivo, pero nunca será un motivo definitivo.
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