Pues ya estamos situados en el tiempo y en el espacio: hoy es Lunes y día 28 de Septiembre y para que no falte detalle, son exactamente las 17,34. Lo que indica que por la mañana no hice el acto de escribir, pero bueno y sí sirve de consuelo, hice otras cosas que tenía que hacer. He comprobado que cuando tengo la sensación del deber cumplido, escribo mucho mejor. No sé, me siento más cómodo y más libre y noto como mi coco respira mejor, en definitiva, me encuentro más suelto y más jipi. Y aunque no crea en esa filosofía jipi, que dice que todos somos buenos y que la bondad está dentro de nosotros, de alguna manera la comparto, porque a veces y sin fumar canutos ni tener ladillas y piojos, llego a conclusiones parecidas.
Sí, porque el rollo jipi tiene mucho de utópico y ahí y en ese terreno coincidimos. No en el rollo patatero de la Paz y demás gaitas, porque mi concepto de Paz es otro y es que la única Paz que conozco es la que hay después de la Guerra, pero admito que puede haber otro tipo de paces. Últimamente estoy aprendiendo tanto y tanto, que a veces no me reconozco. Yo antes, hace unos años, era tirando al negativismo y todo lo veía tirando al negro y ahora y no sé el porqué, a veces me sorprendo a mi mismo y me doy baños de positivismo.
Claro que por muy positivo que me sienta, nunca dejaré de ser ácido y a veces, agrio. Porque he comprobado que está escrito en mis genes el ser ácido. Me gusta y de toda la vida, la ironía corrosiva y además, es un ramalazo que no soy capaz de frenar. Yo creo que es por una razón muy clara: el positismo me aburre, me aburre el ser siempre positivo, me aburre y además me hace daño, que me den una hostia y que tenga que poner la otra mejilla, me jode estar todo el día sonriendo y repartiendo bondades, me desquicia la gente que nunca se mosquea y porque no creo en ella y ante tanta bondad santa, yo pongo como escudo, mi ironía ácida y corrosiva.
Sí, porque el rollo jipi tiene mucho de utópico y ahí y en ese terreno coincidimos. No en el rollo patatero de la Paz y demás gaitas, porque mi concepto de Paz es otro y es que la única Paz que conozco es la que hay después de la Guerra, pero admito que puede haber otro tipo de paces. Últimamente estoy aprendiendo tanto y tanto, que a veces no me reconozco. Yo antes, hace unos años, era tirando al negativismo y todo lo veía tirando al negro y ahora y no sé el porqué, a veces me sorprendo a mi mismo y me doy baños de positivismo.
Claro que por muy positivo que me sienta, nunca dejaré de ser ácido y a veces, agrio. Porque he comprobado que está escrito en mis genes el ser ácido. Me gusta y de toda la vida, la ironía corrosiva y además, es un ramalazo que no soy capaz de frenar. Yo creo que es por una razón muy clara: el positismo me aburre, me aburre el ser siempre positivo, me aburre y además me hace daño, que me den una hostia y que tenga que poner la otra mejilla, me jode estar todo el día sonriendo y repartiendo bondades, me desquicia la gente que nunca se mosquea y porque no creo en ella y ante tanta bondad santa, yo pongo como escudo, mi ironía ácida y corrosiva.
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