Y leerme ahora y porque de momento os concedo el plazo de uno o dos años y para que así me sigáis leyendo por la puta cara y porque dentro de uno o dos años, me haré famoso y tendréis que pagar a tocateja por mis escritos, además de hacer cola para que os firme mis libros. Y ¿quién sabe? y quién sabe si dentro de dos años tendré unos preciosas yates llenos de chavalas y un bugatti despampanante y un lindo castillo medieval y por la simple razón de que un castillo no va a ser de la prehistoria. Los castillos tienen que ser medievales, porque sino no son castillos, serán chozas, serán palacetes, serán casas de ladrillo, pero un castillo es un castillo y eso conlleva, que sea medieval. Bueno y se me olvidaba: con preciosas almenas y bellos estandartes movidos por el viento y un foso, un gran foso lleno de pirañas y para que el que quiera curiosearme, por lo menos se va a quedar sin huevos o sin piernas.
La fama ya sabéis lo que trae y trae lo más estúpido de la raza humana. Y ese tonto y que es famosillo de cuatro pelos mal avenidos, que sale de vez en cuando y quejándose que por ser tan famoso no puede salir a la calle y ¡el tío pide solidaridad!. Y eso sí que tienes cojones y porque yo enseguida le enseñaría la otra cara de la moneda y dame fama y dame pasta, que yo te pagaré con mi vida diaria y te regalo mis guardias de trabajo y te obsequio con mis penurias monetarias. Bueno no, yo no me cambio por nadie y aunque el tío menda esté montado de pasta gansa y porque ahora, estoy feliz como una perdiz y además, estoy feliz porque me sale de los cojones y eso ya no me lo quita nadie.
Yo no quiero tiempos muertos y yo sólo quiero seguir viviendo, pero viviendo de ésta manera o sea, cojonudamente y a cuerpo de rey y sin frenos y a toda ostia y a la velocidad del vértigo y aunque el mundo se pare, yo seguiría a mi puta bola. Vamos que hoy en día, se me pone alguien por delante y me lo como con o sin papas y a por el siguiente.... Y lo que no quiero y por nada del mundo, es perder el tiempo y porque cada minuto me sabe a poco y porque cada hora es un mundo absolutamente nuevo.
La fama ya sabéis lo que trae y trae lo más estúpido de la raza humana. Y ese tonto y que es famosillo de cuatro pelos mal avenidos, que sale de vez en cuando y quejándose que por ser tan famoso no puede salir a la calle y ¡el tío pide solidaridad!. Y eso sí que tienes cojones y porque yo enseguida le enseñaría la otra cara de la moneda y dame fama y dame pasta, que yo te pagaré con mi vida diaria y te regalo mis guardias de trabajo y te obsequio con mis penurias monetarias. Bueno no, yo no me cambio por nadie y aunque el tío menda esté montado de pasta gansa y porque ahora, estoy feliz como una perdiz y además, estoy feliz porque me sale de los cojones y eso ya no me lo quita nadie.
Yo no quiero tiempos muertos y yo sólo quiero seguir viviendo, pero viviendo de ésta manera o sea, cojonudamente y a cuerpo de rey y sin frenos y a toda ostia y a la velocidad del vértigo y aunque el mundo se pare, yo seguiría a mi puta bola. Vamos que hoy en día, se me pone alguien por delante y me lo como con o sin papas y a por el siguiente.... Y lo que no quiero y por nada del mundo, es perder el tiempo y porque cada minuto me sabe a poco y porque cada hora es un mundo absolutamente nuevo.
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