Y que pena,
que pena que no pueda abrazarte,
y que tenga que tener mi boca sellada,
que éste silencio espeso se esté convirtiendo en bruma,
que de aquellas manos tan finas y divinas solo queden las dudas,
o que aquél beso en mi frente se hay convertido en un golpe
o puede que sea el beso de Judas...
o el beso de una triste despedida
y es que en éste momento me inundo de sentimientos
y creo, que de malos augurios
y me entra la desesperación de la rabia
y la impotencia de un muñeco de trapo
y me siento, eterno pero menos
y me siento débil y gusano
¿y donde se quedó aquella nube?
y donde estabas, princesa
porque sé que estabas
pero ahora, sé que ya no estás...
que pena que no pueda abrazarte,
y que tenga que tener mi boca sellada,
que éste silencio espeso se esté convirtiendo en bruma,
que de aquellas manos tan finas y divinas solo queden las dudas,
o que aquél beso en mi frente se hay convertido en un golpe
o puede que sea el beso de Judas...
o el beso de una triste despedida
y es que en éste momento me inundo de sentimientos
y creo, que de malos augurios
y me entra la desesperación de la rabia
y la impotencia de un muñeco de trapo
y me siento, eterno pero menos
y me siento débil y gusano
¿y donde se quedó aquella nube?
y donde estabas, princesa
porque sé que estabas
pero ahora, sé que ya no estás...
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