Y éste sube y baja me está desquiciando y ahora estoy feliz y ahora estoy en tono bajo y depresivo, bueno a depresivo no llego y porqué yo sé muy bien lo que son las depresiones, a no ser que padezca una depresión solapada, de esas que se esconden detrás de las buenas ideas y agazapaditas se quedan y esperando a que llegue su momento. ¿Y como se mide el tono vital de uno?, pues el recurso que tenemos más a mano es estableciendo comparativas y primero observas como está el medio ambiente o sea si la gente que te rodea se mueve en un tono elevado o bajo y tú y por la cara, te pones por el medio y si destacas de la media, es que estás cojonudamente y si te consideras una mierda en el medio del tinglado, es que estás hecho una mierda.
Y no hay más referencias, pues no te vas a comparar con Dios o con Alá y si tienes los cojones de compararte es que vas por la vida de muy elevadito y solo te faltan las alas para ser un puto angelito. Y no señor, hay que ser un poco Dios y hay que ser un poco Demonio, aunque yo prefiero ser más Demonio y porque por mucho que digamos, nunca hay un punto medio y exacto y o te escoras hacia un lado o te escoras hacia el otro y cada uno sabe o debía saber perfectamente que lado prefiere. Es que mi lado malvado es mucho más potente, más divertido y más creativo y en cambio mi lado bueno, es bastante amorfo e inocuo.
Claro que hay algunos que buscan compararse con los animalitos y entonces hablan que la mejor amistad es la de un Perro o la de un Gato y porque son los más fieles servidores del hombre. Y es curiosa éste idea de la fidelidad, vamos del porque para ellos es tan necesaria para ir tirando por la vida y al parecer necesitan tener a un alma dependiente de ellos y que les lama la mano y que le hagan dulces saltitos cuando llegan a su casita y llega el amo y el perro esclavo, tiene que demostrar su eterno agradecimiento. Bueno, hay personas que no se lo toman tan a la tremenda y establecen una relación más humana y lógica con su perro y saben diferenciar perfectamente el cariño humano del animal, pero también es cierto que hay personas que prefieren acariciar a su perro que a otra persona. Pues que les puedo decir: ¡qué ellos se lo pierden!.
Y no hay más referencias, pues no te vas a comparar con Dios o con Alá y si tienes los cojones de compararte es que vas por la vida de muy elevadito y solo te faltan las alas para ser un puto angelito. Y no señor, hay que ser un poco Dios y hay que ser un poco Demonio, aunque yo prefiero ser más Demonio y porque por mucho que digamos, nunca hay un punto medio y exacto y o te escoras hacia un lado o te escoras hacia el otro y cada uno sabe o debía saber perfectamente que lado prefiere. Es que mi lado malvado es mucho más potente, más divertido y más creativo y en cambio mi lado bueno, es bastante amorfo e inocuo.
Claro que hay algunos que buscan compararse con los animalitos y entonces hablan que la mejor amistad es la de un Perro o la de un Gato y porque son los más fieles servidores del hombre. Y es curiosa éste idea de la fidelidad, vamos del porque para ellos es tan necesaria para ir tirando por la vida y al parecer necesitan tener a un alma dependiente de ellos y que les lama la mano y que le hagan dulces saltitos cuando llegan a su casita y llega el amo y el perro esclavo, tiene que demostrar su eterno agradecimiento. Bueno, hay personas que no se lo toman tan a la tremenda y establecen una relación más humana y lógica con su perro y saben diferenciar perfectamente el cariño humano del animal, pero también es cierto que hay personas que prefieren acariciar a su perro que a otra persona. Pues que les puedo decir: ¡qué ellos se lo pierden!.
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