ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA

Claro que hoy es Lunes y hoy de buena mañana pensaba ¿y qué tengo que hacer hoy?...Pues muchacho, primero, descansar del no sé qué, bueno de que en las guardias nunca duermo como toca. Segundo, me esperan mis muebles Ikea, me esperan con su madera de pacotilla, con sus miles de tornillitos. con sus planos de mecano, en fin, me esperan con toda su mierda patatera. Tercero, me toca hacer la comidita y por la tarde y como remate, ir a jugar al Padel. Bueno y escribir, pero escribir va dentro de mi paquete diario, va como dormir, comer y cagar, está dentro de mi kit o set diario y si me apuras, hasta va por delante de los demás.

Pues pensándolo bien, ¡menuda mierda de día!...Muebles Ikea, comidita, Padel, escribir, comer y cagar y afeitarme, porque tengo que estar guapo por si una tía se fija en mí...sí, porque de vez en cuando cae alguna dentro de mi telaraña y yo tiendo a pensar, que mi telaraña es bastante potente...sí, porque en esto, yo soy muy bicho y al parecer mi veneno es más potente de lo que aparenta ser. Vamos, que parezco una poquita cosa, un ser amable y entrañable y en el fondo, soy un puto bicho asesino, entrañable pero toma mi veneno, amable y toma más.

Bueno, son mis armas asesinas y unos utilizan sus putas penas para atraer a las personas y yo utilizo mis propias armas, que al final, suelen tener un gran poder destructivo, porque yo no concibo la construcción sin la previa destrucción y además, tiene que ser total. Ahora, en todo ese proceso, soy muy claro y transparente, porque me gusta decir la verdad de mis pensamientos y sentimientos y porque al fin y al cabo, se trata de eso, de decir las verdades como puños y aunque resulten ser armas de destrucción masiva, mi ADN me dice, que sí o sí, las tengo que decir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR