Como decía el otro: hay que saber joderse...porque en ésta vida no todo va a ser disfrutar, reír, sonreír, querer, amar, soñar, escribir, sentir, no señor, en ésta vida también hay mucha mierda y de vez en cuando, la mierda te salpica y el reír se convierte en un rictus congelado y el querer y el amar en una puta maldición y el soñar, en una pesadilla y el sentir, en un sufrimiento...¡joder! yo era el que exigía tener las dos caras de la Luna...pues aquí las tienes mi querido Bruno y tus deseos han sido cumplidos. La belleza de uno, no sólo está en lo bueno, también está en lo malo, en lo que duele y sangra, en lo que no te deja dormir, en esas obsesiones que están clavadas en el fondo de tu alma y como somos putos humanos, que resolvemos tan mal.
El tema está en que cuando bajas los problemas a la puta tierra, te das cuenta que eres un ser limitado, que estás atado de pies y manos, que las normas y leyes te caen con todo su peso, que la rutina vence a lo idílico, que a la utopía la has maltratado, que aquello que querías hacer lo has amputado y al final, te quedas con un muñón de aquella idea, un triste y penoso muñón...y en la cabeza la pregunta de siempre: ¿y a merecido la pena?. Supongo que sí, pero claro hoy en día los árboles no me dejan ver el bosque y mis dudas son como tumores que crecen en plan expansivo y lanzando metástasis de pura mierda.
De todas formas yo estoy seguro que cambiará mi estado de ánimo, porque mi fin es ese, seguir viviendo y disfrutando de cada detalle, de cada cosa, de cada pensamiento e idea, de cada sentimiento tierno...y por eso, todo lo enmarco dentro de un proceso hacia ese fin. Hoy podía hablaros de la insoportable levedad del ser, pero no quiero dejarme llevar por pensamientos rendidos y deprimidos, porque no entra en mi manera de ser y de estar en la vida y lo que entra y lo que realmente entra, es la lucha de cada día, es el avanzar hacia mi mejora como persona, es el decir: yo estoy aquí y debo ser respectado, pero eso hay que ganárselo a pulso y con mucho sudor y sangre...porque yo no voy a ser respectado siendo un mierda o un cero a la izquierda, por tanto ya sé lo que tengo que hacer y cada día me quitaré otra capa de mierda y hasta quedar limpio como una patena. Volveré, yo os juro que volveré...
El tema está en que cuando bajas los problemas a la puta tierra, te das cuenta que eres un ser limitado, que estás atado de pies y manos, que las normas y leyes te caen con todo su peso, que la rutina vence a lo idílico, que a la utopía la has maltratado, que aquello que querías hacer lo has amputado y al final, te quedas con un muñón de aquella idea, un triste y penoso muñón...y en la cabeza la pregunta de siempre: ¿y a merecido la pena?. Supongo que sí, pero claro hoy en día los árboles no me dejan ver el bosque y mis dudas son como tumores que crecen en plan expansivo y lanzando metástasis de pura mierda.
De todas formas yo estoy seguro que cambiará mi estado de ánimo, porque mi fin es ese, seguir viviendo y disfrutando de cada detalle, de cada cosa, de cada pensamiento e idea, de cada sentimiento tierno...y por eso, todo lo enmarco dentro de un proceso hacia ese fin. Hoy podía hablaros de la insoportable levedad del ser, pero no quiero dejarme llevar por pensamientos rendidos y deprimidos, porque no entra en mi manera de ser y de estar en la vida y lo que entra y lo que realmente entra, es la lucha de cada día, es el avanzar hacia mi mejora como persona, es el decir: yo estoy aquí y debo ser respectado, pero eso hay que ganárselo a pulso y con mucho sudor y sangre...porque yo no voy a ser respectado siendo un mierda o un cero a la izquierda, por tanto ya sé lo que tengo que hacer y cada día me quitaré otra capa de mierda y hasta quedar limpio como una patena. Volveré, yo os juro que volveré...
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